Las fuerzas del orden realizaron el sábado 1.723 arrestos a lo largo de Francia durante las protestas de los llamados chalecos amarillos, informó el Ministerio del Interior galo.

chalecos amarillos, policía
© AFP
De los 1.723 detenidos, 1.220 fueron puestos bajo custodia policial, según una infografía publicada por el ente en la red social Twitter. Un total de 264 personas, entre ellas 39 policías y gendarmes, resultaron heridas durante las protestas en las que participaron unos 125.000 manifestantes. Por su parte, las autoridades movilizaron a 120.000 personas entre policías, gendarmes y bomberos para mantener el orden público.

Solamente en la zona de París, la policía arrestó a 920 personas, de las cuales 619 están bajo custodia.

Más temprano se informó de la detención de 1.385 personas.

El vicealcalde parisino, Emmanuel Grégoire, en una entrevista con la estación de radio France Inter, opinó que el impacto económico de la protesta del sábado, la cuarta ya, será superior al de la manifestación del 1 de diciembre.

"Habrá mucho más daño como resultado del día de ayer que hace una semana (...) y un costo económico mucho más importante", afirmó el teniente de alcalde.

Grégoire lo atribuyó en particular al hecho de que muchos comercios en la capital permanecieron cerrados el sábado a pesar de que tradicionalmente es un período de fuertes compras que precede a las vacaciones navideñas.

También la zona afectada por los incidentes violentos, según él, fue mucho más amplia.

"Con menos barricadas, hubo mucha más dispersión, muchos más lugares afectados por la violencia", dijo el vicealcalde.

Francia vive desde mediados de noviembre una oleada de manifestaciones violentas cuyos participantes, los llamados 'chalecos amarillos', protestaban en un principio por el alza de impuestos al combustible, pero más tarde, después de que el gobierno se retractara de su plan, empezaron a demandar también la dimisión del presidente Emmanuel Macron.

El primer ministro de Francia, Edouard Philippe, abogó por entablar el diálogo y "recuperar la unidad nacional".

El presidente Macron, según las previsiones, se pronunciará sobre la situación y propondrá medidas para que "toda la nación francesa se reúna y esté a la altura", dijo Philippe.