Traducido por el equipo de Sott.net en español

Un grupo de exdirectores de agencias de inteligencia y otros profesionales de la ciberseguridad de confianza han lanzado una iniciativa benévola para proteger las elecciones estadounidenses contra la interferencia extranjera. ¿Quiénes son estos nobles guardianes de la democracia?
Protest against NSA spying
© Reuters / Larry DowningProtesta contra espionaje de la NSA
El "Ciberdomo de EEUU" pretende aplicar capacidades de ciberseguridad de punta o primera línea a los vulnerables sistemas electorales del país, motivado por una devoción desinteresada a la protección de la democracia contra "sofisticados ataques de amenazas constantes y en constante evolución". Lleno de siniestros ex-espías como el exdirector de Inteligencia Nacional James Clapper y el ex Secretario de Seguridad Nacional Michael Chertoff, Ciberdomo mantendrá a la democracia de Estados Unidos a salvo de "ataques y hazañas intencionadas" e incluso de "influencia indebida de enemigos tanto extranjeros como nacionales", ¡sin costo alguno!

Uno podría ser perdonado por mirarle el diente a este caballo regalado en particular. Clapper, después de todo, se paró frente al Congreso y negó bajo juramento que la NSA estuviera recolectando datos sobre ciudadanos estadounidenses, un aparente acto de perjurio que atribuyó primero al olvido de la sección de la Ley Patriota utilizada para autorizar el programa de vigilancia de StellarWind de la agencia y más tarde al simple hecho de hablar equivocadamente. También ha afirmado que los rusos están "impulsados genéticamente para cooptar, penetrar, ganar favores"; no es exactamente el tipo de autoridad imparcial que uno quiere para proteger su propia democracia. Y Chertoff, miembro del infame Consejo Atlántico, coescribió tanto la Ley Patriota como el memorándum de interrogatorio de la CIA que asesora a los agentes sobre el uso sensato de la tortura de sumersión en el agua ["waterboarding".- NdT].

Otros miembros de la junta de asesores de Ciberdomo son el ex secretario de Seguridad Nacional Jeh Johnson, que supervisó el programa de Obama de asesinatos con aviones teledirigidos y aprobó el asesinato de ciudadanos estadounidenses como Anwar al-Awlaki sin el debido proceso legal; y el ex director de la CIA Michael Morell, otro miembro del Consejo Atlántico responsable de revisar la "inteligencia" que formó parte en el infame discurso del entonces secretario de Estado Colin Powell en las Naciones Unidas, en el que afirmaba que Irak tenía armas de destrucción masiva. Un grupo menos confiable no ha sido reunido en un consejo asesor desde que el plugin de navegador Orwelliano NewsGuard fuera revelado.

No es que la tecnología de Ciberdomo no sea cara; el grupo fue fundado por Matt Barrett, quien lideró el desarrollo del "Marco de Ciberseguridad" del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST, por sus siglas en inglés), un programa de infraestructura de seguridad de mejores prácticas que venía con un precio tan elevado que la mitad de las organizaciones que lo revisaron citaron el costo como la principal barrera para la adopción. Ciberdomo acepta donaciones (invitando a los donantes a "Ponga su dinero donde está su democracia"), pero asegurar los sistemas de votación de la nación a los estándares del NIST no es barato.

Parece ser que aquí es donde entra en juego la junta asesora: con una variedad de espías de tal envergadura, las elecciones que no adopten la visión de seguridad cibernética de Barrett podrían fácilmente experimentar una o dos brechas. Espías de primera clase como la junta directiva de Ciberdomo saben cómo falsificar el tráfico de los "hackers" extranjeros; una capacidad que WikiLeaks reveló que la CIA posee en las filtraciones del Vault7. Si quieren eliminar a un candidato presidencial inconveniente, todo lo que tienen que hacer es burlarse del sistema de votación de quienquiera que sea el coco del día, y voila: candidato de Manchuria (o de Siberia) instantáneo.

El ex secretario del DHS, Michael Chertoff, advirtió cuando se dio a conocer el marco del NIST en 2014 que a menos que el Congreso "realmente pusiera un poco de fuerza detrás" o que los reguladores se involucraran, sería difícil lograr la adopción generalizada del programa "voluntario". Chertoff, en su carrera posterior al DHS, ha pasado de industria en industria recolectando grandes cheques de pago para consultar sobre ciberseguridad, convenciendo a todo el mundo, desde los banqueros hasta los aeropuertos, que los ciber-bárbaros están a las puertas, y sólo él puede protegerlos. Y Ciberdomo no es más que su visión en grande, con todo el sistema electoral a la vista.

La compañía afirma que sus esfuerzos iniciales se centran "sólo" en asegurar la campaña presidencial de 2020, pero su esperanza es, en última instancia, "ayudar a todas las campañas políticas nacionales". Como dijo Johnson en una declaración el martes: "Frente a los esfuerzos conocidos y en curso de las potencias extranjeras para tratar de interferir en nuestras próximas elecciones, el Ciberdomo estadounidense no podría llegar en un momento más crítico".

¿Traducción? "Qué linda democracia la que tienes ahí, sería una pena que le pasara algo."