El comportamiento de las orcas, que atacaron a varias embarcaciones a lo largo de las costas de España y Portugal, causaron sorpresa en la comunidad científica.
In the deep: a pod of highly intelligent killer whales, or orcas.
En los últimos dos meses, desde el Estrecho de Gibraltar hasta Galicia, los navegantes enviaron llamadas de auxilio por los aterradores encuentros con estos grandes animales marinos. Dos barcos perdieron parte de sus timones, al menos un tripulante sufrió lesiones por el impacto de los animales contra el casco de la nave y varios barcos sufrieron daños graves.

Los investigadores, que estudian una pequeña población de orcas en el Estrecho de Gibraltar, afirmaron que los animales sienten curiosidad y es normal que sigan a un barco de cerca, incluso para interactuar con el timón, pero nunca con la fuerza que lo hicieron en las últimas ocasiones.


Aunque las orcas son mamíferos muy sociales que poseen una inteligencia superior, las autoridades marítimas españolas advirtieron a los buques que "mantuvieran la distancia". Entre julio y agosto, los informes de los marineros alrededor del estrecho, sugirieron que resultó difícil mantener la distancia porque, al menos, una manada de orcas persiguió a los barcos con un comportamiento que los científicos calificaron de "muy inusual" y "preocupante".

El 29 de julio, frente al Cabo Trafalgar, Victoria Morris tripulaba una embarcación de 14 metros que fue rodeada por nueve orcas. Los cetáceos chocaron contra el casco de la nave durante más de una hora, la hicieron girar 180 grados y rompieron el timón con sus dientes mientras se comunicaban con fuertes silbidos.

Rocío Espada, bióloga marina de la Universidad de Sevilla, quedó asombrada por el comportamiento de las orcas. Espada lleva años de observación de esta población migratoria de cetáceos en el Estrecho de Gibraltar y nunca registró un incidente como este. "Que las orcas saquen un trozo del timón de fibra de vidrio es algo impensado. He visto crecer a estas orcas desde que son bebés, conozco sus historias de vida, y nunca he visto ni oído hablar de ataques", sostuvo la bióloga marina a The Guardian.

"Es normal que las orcas sigan de cerca a la hélice. Incluso a veces muerden el timón pero como un juego. Nunca con la fuerza suficiente para romperlo. Esta embestida podría ser a causa del estrés porque el estrecho está lleno de tráfico de barcos y redes de pesca", afirmó Espada.

Más ataques de orcas

El último incidente ocurrió la tarde del viernes frente a La Coruña, en la costa norte de España. La embarcación de 10 metros de la empresa internacional de delivery, Halcyon Yachts, viajaba a Reino Unido cuando una orca embistió su popa al menos 15 veces, según contó el gerente de la compañía Pete Green. Como consecuencia del terrorífico encuentro, el barco perdió la dirección y tuvo que ser remolcado hasta el puerto para evaluar los daños.

Casi al mismo tiempo, hubo advertencias por radio de avistamientos de orcas a 120 kilómetros al sur, en Vigo, dónde se produjeron al menos dos colisiones de forma reciente. El 30 de agosto, un barco de bandera francesa se comunicó por radio con el servicio de guardacostas para contar que estaba "bajo un ataque" de un grupo de orcas. Más tarde ese día, un yate de la marina española, Mirfak, perdió parte de su timón después de un encuentro con orcas que pasaron bajo la popa.

A principios de esa semana, otro barco en el área informó un encuentro de 50 minutos con la manada de cetáceos. La fuerza con la que embistieron la nave casi dislocó el hombro del timonel. "Se sintió totalmente orquestado", dijo un testigo del ataque.

A las 11.30 de la noche anterior, el yate de 65 metros de la pareja británica Beverly Harris y Kevin Large se detuvo de forma repentina y luego giró varias veces. Harris sintió que el barco "subía un poco".

Más temprano esa noche, Nick Giles navegaba solo cuando escuchó un golpe horrible "como un mazo", vio su volante "girando con una fuerza increíble" que desactivó la dirección mientras su yate Moody de 55 metros giraba 180 grados. Sintió que el bote se levantaba y relató que lo empujaron sin timón durante más de 15 minutos.

Aunque no está confirmado, los investigadores suponen que todos los encuentros involucran al mismo grupo de orcas porque es poco probable que dos grupos distintos muestren un comportamiento tan inusual.