La Presidencia de Nigeria ha cifrado en cerca de 70 los muertos en el marco de las protestas que se suceden desde principios de octubre en el país contra la brutalidad policial, si bien no ha detallado si esta cifra incluye a los muertos el martes en la ciudad de Lagos después de que las fuerzas de seguridad abrieran fuego contra una manifestación en el área de Lekki.
Nigeria cifra en alrededor de 70 los muertos desde el comienzo de las protestas contra la violencia policial,Nigeria
© Sophie Bouillon / AFPCiudadanos de Lagos pasan un puesto de control a cargo de fuerzas de seguridad de paisano y con palos o machetes como armas, el 22 de octubre
El presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, trasladó el jueves durante una reunión de emergencia para abordar la situación que 69 personas habían muerto en las movilizaciones, incluidos once policías y siete soldados, según ha confirmado un portavoz de la Presidencia a la cadena de televisión británica BBC.

El mandatario destacó durante el encuentro, en el que participaron antiguos presidentes nigerianos, que las autoridades no permitirían que los responsables de disturbios siguieran protagonizando incidentes, al tiempo que mostró la disposición del Gobierno a responder a las demandas de los manifestantes.

Buhari pidió a última hora del jueves el fin de las protestas y abogó por un diálogo "constructivo" para "encontrar soluciones", a raíz de los últimos incidentes y la represión de las movilizaciones, que dejaron el martes más de una decena de muertos en la ciudad de Lagos, según los datos de la organización no gubernamental Amnistía Internacional.

El presidente, muy criticado por su silencio en relación a la represión de las protestas, defendió sus medidas y su decisión de disolver el controvertido Escuadrón Especial contra el Robo (SARS), cuyos abusos fueron la chispa que prendió las movilizaciones.

"Al aprobar la disolución del SARS dejé claro que iba en línea con nuestro compromiso con la aplicación de reformas extensa en la Policía. Por desgracia, la rapidez con la que actuamos parece haber sido interpretada como un signo de debilidad y manipulada por algunos para sus intereses egoístas y antipatrióticos", lamentó.

"A los que buscan socavar la seguridad nacional y la situación de ley y orden. Bajo ninguna circunstancia eso será tolerado", advirtió, antes de resaltar que las demandas de los manifestantes "han sido escuchadas alto y claro" y que las autoridades "están respondiendo".

De esta forma, Buhari se dirigió directamente a los que "han secuestrado y desviado la protesta inicial, genuina y bien intencionada (...) contra los excesos de algunos miembros del ahora disuelto SARS". "Se han perdido vidas, se han denunciado actos de violencia sexual, han sido atacadas dos cárceles y se ha liberado a presos, y propiedades públicas y privadas han sido completamente destruidas", lamentó.

"Todo esto se ha ejecutado en el nombre de las protestas del movimiento #EndSARS. Me duele que se hayan perdido vidas inocentes. Estas tragedias son injustificadas e innecesarias", señaló, antes de matizar que "no hay que conectar de ninguna forma estos malos actos con la expresión legítima de quejas por parte de los jóvenes del país".

REDUCCIÓN DEL TOQUE DE QUEDA

Por su parte, el gobernador del estado de Lagos, Babajide Sanwo-Olu, ha anunciado una reducción del toque de queda a partir de la jornada del sábado y ha resaltado que a partir de ese día estará en pie entre las 20.00 y las 6.00 horas, según ha informado el diario nigeriano 'The Guardian'.

Asimismo, ha destacado a través de su cuenta en la red social Twitter que "hoy es un buen día para empezar a trabajar para reconstruir Lagos y poner fin a la brutalidad policial".

"Para mostrar nuestro compromiso con este último punto, una lista de los procedimientos contra policías por delitos relacionados con la violación de los Derechos Humanos en Lagos", ha señalado, junto a los nombres de 18 agentes que están siendo investigados por presuntos abusos.

Sanwo-Olu reconoció el jueves la muerte de al menos dos manifestantes por los disparos de las fuerzas de seguridad en Lekki, después de haber negado en varias ocasiones que se registraran muertos. Así, dijo que el asunto ha sido trasladado "al más alto nivel del Ejército" y defendió que las autoridades de Lagos "no tienen conocimiento sobre los protocolos del Ejército".

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió el miércoles "máxima contención" a las fuerzas de seguridad y solicitó a las autoridades "que investiguen estos incidentes y hagan rendir cuentas a los responsables".

Por su parte, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, condenó el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza y pidió medidas para hacer frente a las reiteradas violaciones de los Derechos Humanos cometidas por las fuerzas de seguridad.

Bachelet recordó además que "Nigeria estaba ya en un punto de ebullición" antes de los incidentes "por las revelaciones sobre años de violencia incontrolada, incluidos supuestos asesinatos, violaciones, extorsiones y otras violaciones" por parte de miembros del SARS.

En esta línea, apostó por "reexaminar la totalidad del sector de seguridad y su supervisión civil" tras "muchos años de denuncias sobre violaciones que no han sido abordadas de forma adecuada". "Esto debe incluir una revisión total de las normas de actuación y los sistemas y métodos de entrenamiento", zanjó.