España comienza a despejar sus comunicaciones tras el paso de la borrasca Filomena que dejó grandes nevadas y dará paso a una ola de frío, que previsiblemente convertirá toda la nieve en hielo.
Spain snow storm
© AFP 2020 / Gabriel Bouys
"Se avecina una semana de frío intenso que va a convertir toda esta nieve acumulada en hielo, lo que multiplica su potencial riesgo", informó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una comparecencia tras la reunión del comité de crisis del temporal.

El titular de Interior quiso posteriormente insistir en la dureza de los próximos días en un mensaje directamente dirigido a la población: "al temporal de nieve que con una fuerza inusitada ha golpeado la península, le sigue ahora una ola de frío que puede alcanzar temperaturas mínimas nunca antes alcanzadas", anunció.

"Nos va a exigir un nuevo ejercicio tanto de cautela como de paciencia", continuó Marlaska.

A este encuentro acudió también el presidente del Gobierno y el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, este último también presente en la comparecencia.

Tres cuartos del país

Ábalos señaló que las 1.300 máquinas quitanieves del operativo de su Ministerio están desplegadas en las nueve comunidades más afectadas: Aragón, Cataluña, Cantabria, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja y Madrid.

"Representan las tres cuartas partes del país, lo que da una idea de la magnitud de esta borrasca y lo que impide comparar esta situación con otras más recientes", explicó el titular de Transportes.

Ábalos informó también de la paulatina recuperación del tráfico ferroviario desde el mediodía de este 10 de enero y de que continuarán los trabajos en el aeropuerto de Madrid-Barajas para su reapertura.

"Su reapertura está prevista en principio a lo largo de la tarde, pero va a ser muy gradual", dijo el ministro Ábalos que insistió, como vino haciendo a lo largo de todo el fin de semana, en los mayores requisitos técnicos para poner en funcionamiento las pistas, para justificar el retraso en su reapertura.

Por su parte, el ministro del Interior, añadió que aún quedan 702 carreteras afectadas por las nevadas; 171 cortadas al tráfico, dos de ellas pertenecientes a la red principal en Gerona y Toledo.

Explicó también el responsable de Interior que en la Comunidad de Madrid ya está toda la red de carreteras despejada, aunque se precisa el uso de cadenas para circular y que ya no queda nadie atrapado en la nieve, aunque aún son cientos los vehículos abandonados en los arcenes.

Marlaska informó además que en esta jornada del 10 de enero la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) mantiene la alerta roja por nevadas solo en la provincia de Teruel, mientras que la reduce a naranja en Zaragoza, Tarragona y Castellón.