Los escitas son un pueblo antiguo que vivió en las estepas de Eurasia desde aproximadamente el siglo VII a.C. hasta el siglo III a.C. A menudo se les describe como pueblos nómadas que se desplazaban mientras comerciaban y hacían incursiones, pero un nuevo estudio desafía esta noción. Mediante un análisis mediante isótopos, los investigadores han demostrado que, al menos en ocasiones, los escitas también se asentaban y practicaban la agricultura.
Bronze Mirror
© Svetlana AndrukhEspejo de bronce encontrado en uno de los yacimientos investigados.
Los escitas eran excelentes jinetes y realizaban frecuentes incursiones en las civilizaciones europeas y de Oriente Medio, pero también facilitaban el comercio a lo largo de la legendaria Ruta de la Seda. Por estas razones (y porque no podían demostrar lo contrario), muchos arqueólogos consideraban que los escitas eran nómadas. Pero en un nuevo estudio dirigido por la Dra. Alicia R. Ventresca Miller, las pruebas sugieren lo contrario.
"Los escitas suelen ser imaginados como guerreros nómadas que deambulan por la estepa, pero nuestros hallazgos sugieren que la mayoría de la gente permanecía localmente en sus asentamientos y sólo unos pocos se desplazaban largas distancias", dice Miller a ZME Science.
Miller es bioarqueóloga y analista de isótopos estables en la Universidad de Michigan. Su trabajo se centra en las poblaciones de la estepa, centrándose en la cocina nómada y el surgimiento de las economías urbanas. Junto con sus colegas, midió los isótopos de carbono, nitrógeno, oxígeno y estroncio en dientes y huesos humanos de varios enterramientos de la época escita en Ucrania.

A gold Scythian artifact.
© Public DomainUn artefacto escita de oro.
Los isótopos no sólo reflejan lo que comían estas poblaciones, sino que también muestran dónde pasaban el tiempo geográficamente. Los investigadores descubrieron que, al menos, algunos escitas consumían una dieta variada con numerosos cultivos domesticados, y no parecían desplazarse demasiado. Para llegar a esta conclusión, se fijaron especialmente en los isótopos de estroncio.
"Los isótopos de estroncio están relacionados con la variación de los sustratos geológicos y los suelos. Las plantas que crecen en el suelo absorben estroncio, y luego las plantas son consumidas por el ganado y los seres humanos, que entonces tienen los mismos valores de isótopos de estroncio. Así, los valores "locales" de un lugar concreto se determinan estudiando la geología subyacente de un lugar determinado. A continuación, comparamos los valores de isótopos de estroncio de los humanos y los comparamos con la zona local", explica Miller.
Los resultados sugieren que los escitas no eran un grupo homogéneo: eran diversos. Algunos se desplazaban sin duda, pero la mayoría eran sedentarios. Criaban ganado y mijo y hacían algo más que comerciar y saquear. La idea de grandes poblaciones escitas errantes, por muy romántica que sea, no parece cierta.
"La vida cotidiana de los escitas era probablemente muy parecida a la actual: incluía tanto a personas urbanas como rurales, algunas eran agricultoras, otras ganaderas. También hay pruebas sólidas de la especialización laboral, por lo que había personas que se dedicaban a la fabricación de detallados ornamentos de oro", concluye Miller. "En los yacimientos urbanos, el cultivo del mijo era una parte importante de la dieta junto con el pastoreo de ganado".
El estudio se ha publicado en PLOS ONE.