La vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford fue financiada en un 97% con dinero público, según informa The Guardian gracias a una investigación acerca de los fondos con los que han financiado su desarrollo.
élites,pisoteando,gobernados,vacuna,AstraZeneca,financiada,97%,dinero público
© AstraLa industria farmacéutica soportó menos del 3% de los costos de investigación que hicieron esta vacuna posible.
Desde el año 2000, Reino Unido ha proporcionado cientos de millones de libras para investigaciones científicas.

El 3% restante del coste, lo equivalente a 120 millones de euros, vino de institutos científicos británicos y estadounidenses (45 millones de euros), departamentos gubernamentales de Reino Unido (45 millones de euros) y de la Comisión Europea (30 millones de euros).

Boris Johnson afirmó que la vacuna había podido desarrollarse gracias "al capitalismo". Sin embargo, esta investigación probaría que la mayor parte de su financiación era pública. "Nuestro estudio muestra que es todo lo contrario: la inversión pública y la colaboración internacional nos dieron las vacunas Covid-19", declaran los investigadores de Universities Allied for Essential Medicines UK a través de un comunicado.

La compañía farmacéutica en cuestión es quien tiene la patente de la vacuna, aunque tan solo haya invertido un 2% del total para su desarrollo. Estos datos han vuelto a abrir el debate de si las empresas tienen o no que liberar las patentes.

El hecho de que sean las empresas quienes tengan el control del reparto y de la producción de los viales imposibilita la llegada de estas a todo el mundo.

Varios países miembros de la Organización Mundial del Comercio están barajando la posibilidad de que se establezcan acuerdos voluntarios entre las empresas que poseen las patentes para que la producción se incremente. Más de 200 organizaciones gubernamentales se han opuesto a esta iniciativa al haberse ya puesto en práctica y demostrado que no cumplen con las demandas ni son transparentes.

Sudáfrica e India plantearon en octubre la posibilidad de que las patentes se suspendan de forma temporal durante la pandemia, iniciativa que apoyaron 103 de los 162 estados que forman la OMC. Los países de la UE son algunos de los que se han negado a ello, bloqueando que se ponga en marcha.