El Instituto de Salud italiano ha rebajado abismalmente la cifra oficial de muertos por covid en más de un 97%. ¿Cómo se ha producido este espectacular milagro? Sencillo: han reconocido que la abrumadora mayoría de las supuestas víctimas mortales del virus con las que aterraron a toda la población del país y, de paso, del mundo entero, no habían muerto 'por' covid, sino de cualquier otra causa después de haber dado positivo en SARS-COV2, es decir, 'con' covid.
gsddggdsgds
© Europa PressUna sanitaria con la pantalla protectora.
Ahora, la gran noticia es que esta noticia no abra todas las portadas de la prensa mundial y todos los telediarios, teniendo en cuenta que la pandemia ha sido el factor central de nuestras vidas en los dos últimos años, justificando medidas sin precedentes que han hundido nuestras economías y hecho trizas nuestras garantías y libertades. No va a ser fácil, en cambio, que la encuentren en los medios convencionales, principales cómplices en la creación del estado de pánico que ha permitido todos los abusos.

El diario italiano Il Tempo da la noticia de que la sanidad pública italiana confirma oficialmente que han muerto de esta terrible plaga menos de 4.000 personas, y no las 130.000 que se han alegado hasta ahora y han servido para desencadenar confinamientos, cierres de empresas, distancias de seguridad, mascarillas y pasaportes vacunales en toda Europa. ¡Ups!

De las 130.468 muertes registradas oficialmente como causados por el virus chino desde el principio de la pandemia, solo 3.783 son achacables directa y únicamente al virus. Todos los demás italianos que perdieron la vida tenían entre una y cinco comorbilidades existentes: estaban gravemente enfermos de otras cosas. De los muertos por encima de 67 años, el 7% tenía más de tres enfermedades mortales, y el 18% al menos dos. El 65,8% de los italianos que murieron con el virus, informa la sanidad italiana, tenía hipertensión arterial; el 23,5%, demencia; diabetes, el 29,3%, y fibrilación atrial, el 24,8%, a lo que hay que añadir un 17,4% con problemas pulmonares, un 16,3% con cáncer terminal y 15,7%, enfermedades cardiacas. En definitiva, la admisión del Instituto significa que las muertes directa y exclusivamente atribuibles al covid representan un número menor al de personas que muere cada año por gripe.