Imagen
© Desconocido
El Instituto Estatal de Protección Civil informó que un niño de ocho años de edad procedente del Distrito Federal, que vacacionaba con su familia en el centro turístico de las grutas de Rancho Nuevo, falleció al caerle un rayo cuando montaba a caballo, mientras en el municipio de Zinacantán una menor de 12 años pereció ahogada, al ser arrastrada por la corriente de un río.

Fuentes del organismo explicaron que el niño Javier Andrés Lecona Vargas, procedente de la Colonia Ermita, en la Delegación Iztapalapa de la Ciudad de México, fue alcanzado por un rayo cuando montaba a caballo bajo la lluvia en Rancho Nuevo, a 10 kilómetros de San Cristóbal.

Las menores Ana Karen y Alma Laura Chacón García, de 8 y 16 años, respectivamente, que iban en el mismo caballo -el cual también murió al instante- con la víctima, resultaron con lesiones menores.

Señalaron que los hechos ocurrieron entre las 14:30 y las 15:00 horas, y de inmediato paramédicos de Protección Civil que tienen un puesto en las grutas acudieron al sitio del accidente, donde se percataron de que Javier Andrés ya no tenía signos vitales.

El cuerpo del niño no presentaba quemaduras visibles, pero es probable que las tuviera internamente. Al lugar acudió la agente del Ministerio Público, Belem Pérez Mendoza.

A diferencia de otras regiones del estado, en Rancho Nuevo es poco común que caigan rayos. Sin embargo, éste sería el segundo caso en un mes de la presente temporada de lluvias, ya que según miembros de Protección Civil, hace unas cuatro semanas falleció una joven de 13 ó 14 años en San Juan Chamula, a causa de una descarga eléctrica.

Las fuentes señalaron que poco después del accidente en Rancho Nuevo, en la cabecera municipal de Zinacantán, a unos 10 kilómetros de esta ciudad, la niña Lorenza Bernarda Pérez Pérez fue arrastrada por la corriente del río Iturbide, cuando presuntamente jugaba con otros menores.

Personas del organismo, autoridades municipales y pobladores realizaron la búsqueda y a las 18:00 horas aproximadamente fue encontrado el cuerpo, un kilómetro abajo de donde había caído.

No precisaron si la menor estaba jugando fuera del afluente y cayó o si estaba dentro del agua, al tiempo de manifestar que a pesar de que se constató que carecía de signos vitales, la familia insistió en que estaba viva y que harían un ritual tradicional para que recuperara la conciencia.