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© Desconocido
El hombre blanco aparece sonriente, con un rifle en la mano derecha. Está en cuclillas, como un cazador que acaba de abatir a una presa y se agacha para inspeccionar su cadáver. El niño negro yace a sus pies, inerte, como gracia involuntaria, acaso póstuma, de un macabro chiste visual. Pero no la tiene en absoluto; de hecho, esta foto ha conmocionado a Sudáfrica.

La imagen se publicó hace unas semanas en la portada del periódico de más tirada del país, el Sunday Times junto con un ruego para la policía: la redacción había encontrado esa foto en el Facebook de una persona y pedía que fuera investigada. De ser real lo que en ella se muestra, hay un hombre joven paseando por el país con aspiraciones a ser un cazador de negros. De ser solo una broma -si, por ejemplo, el niño estuviera muerto pero se lo hubiera encontrado así, o si el niño solo estuviera posando-, estaría haciendo gala de un mal gusto y de un racismo que muchas leyes prohíben. La única conclusión deseable es que la foto sea un trucaje de negociable criterio.

La única pista que hasta la fecha maneja el cuerpo de élite de la policía sudafricana, los Hawks, es que la imagen fue publicada en el perfil de un tal 'Eugene Terrorblanche'. El nombre da margen para poco alivio: se trata de un juego de palabras con el nombre del líder de la extrema derecha sudafricana, Eugene Terreblanche. Fue asesinado el año pasado. Para entonces, el propietario de este perfil se hacía llamar 'AWB Wit Wolf'. Y, más o menos por esas fechas, el 24 de junio de 2010, publicó la polémica imagen.

Las autoridades sudafricanas proponen juzgar y encarcelar a cualquier persona relacionada con esta instantánea, hasta aquéllos que la vieran y no dijeran nada. Una portavoz del ministerio de Justicia, Zweli Mnisi, ha transmitido la severidad con la que su jefe está tratando el asunto: "Hemos ordenado una investigación inmediata. Si realmente la foto refleja un incidente real, los responsables deben ser castigados con firmeza". La diapositiva incumple leyes de varios ámbitos: del penal a la protección de menores, pasando por las que determinan el contenido aceptable de una imagen.

El hecho de que el perfil de Facebook use un nombre falso dificulta aún más las cosas. Lo único que se sabe de él es que tiene unos 600 amigos, se considera a sí mismo un empresario y le gusta la música afrikaaner, Los Simpson, y las armas de fuego. Mientras se escuda en los 50 millones de personas que conforman la población surafricana, las autoridades tienen la esperanza de volver su escondite en su contra: han pedido a la ciudadanía que ayude a localizarlo cuanto antes.