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El ejército israelí arma y entrena a los colonos judíos en Cisjordania advirtiendo posibles disturbios a desarrollarse en septiembre, cuando Palestina acuda a la Organización de Naciones Unidas (ONU) para pedir su reconocimiento como Estado libre y soberano.De acuerdo con el diario
Haaretz "
las Fuerzas Armadas israelíes están pertrechando a los responsables de seguridad de los asentamientos con gases lacrimógenos y granadas de estruendo y fijando 'líneas rojas' alrededor de cada colonia a partir de las cuales las tropas podrán disparar a los pies de los manifestantes palestinos", refirieron agencias de noticias.
Según la misma fuente, el ejército israelí prepara a los soldados para actuar en caso de que se registre alguna situación de violencia en septiembre, luego de que la ONU vote a favor del reconocimiento de Palestina. A esto le denominaron Operación
Semillas de Verano.
Un documento filtrado por el rotativo
Tel Aviv advierte que si declaran libre a Palestina podrían registrarse "desórdenes masivos", a saber, "marchas hacia los principales cruces, hacia comunidades israelíes, centros educativos y esfuerzos por dañar símbolos del Gobierno (israelí)".
Ante esta situación se ha evaluado en las últimas semanas la preparación de las brigadas responsables de los asentamientos y de los jefes de seguridad.
Agencias de noticias señalan que "el Ejército ha establecido dos líneas virtuales en los enclaves judíos próximos a aldeas palestinas; si la primera de ellas es cruzada por palestinos, éstos serán respondidos con gases y otros medios antidisturbios", suministradas a los colonos por las fuerzas militares.
Sin embargo,
las autoridades niegan haber distribuido entre los colonos gases lacrimógenos o granadas de aturdimiento, aunque "le permite a los colonos portar armas, pero grupos de colonos aseguraron que cualquier uso de las armas de fuego sólo tendría fines defensivos".
En caso de que superen la segunda línea virtual, entonces los soldados están autorizados para
abrir fuego contra las piernas de los manifestantes.
"El Ejército israelí lleva a cabo un diálogo profesional con elementos en el liderazgo de los asentamientos y con el personal de seguridad de rutina, y está invirtiendo grandes recursos en entrenar a sus fuerzas desde el punto de vista defensivo así como de la preparación para cualquier escenario posible", refirió un portavoz del componente.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, indicó que el debate de la ONU en septiembre profundizará las tensiones en torno al conflicto palestino, y servirá como medida de presión a Israel para negociar un acuerdo de paz.
No obstante, el Gobierno considera que el efecto será distinto.
Palestina pide ser reconocido como un Estado libre y soberano con sus fronteras de 1967,
desmembrada por Israel en la guerra de los seis días.
El inicio del conflicto data desde 1947,
cuando Naciones Unidas emitió una resolución que obligaba a Palestina ceder territorio para fundar el Estado de Israel.
La decisión de oficializar el reconocimiento de Palestina se tomará en la próxima asamblea general de la ONU, la cual ya cuenta con la voluntad de la Liga Árabe, América del Sur y algunos europeos.
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