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"Los bombardeos de la OTAN deben continuar mientras Gadafi continúe siendo una amenaza", afirmó Nicolás Sarkozy, presidente francés, en nombre de los presentes en un encuentro en París de 60 países y organismos internacionales denominado "Reunión de los amigos de Libia libre".

Punta de lanza de la operación que permitió poner fin al gobierno de Gadafi, Francia y el Reino Unido reunieron en París a 13 jefes de Estado y una veintena de ministros, entre ellos la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton y el secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, para reunir el apoyo de la comunidad internacional para el Consejo nacional de transición (CNT), el órgano político de los insurgentes libios.

La comitiva de la CNT, cuya formación mantiene escéptica a una parte importante de la sociedad libia, estuvo liderada por sus dos dirigentes más importantes: el ex magistrado y ministro de Justicia Moustafá Abd el-Yalil y el economista Majmud Yibril.

"La ayuda sutil de los países amigos de Libia nos permitirá salir de esta situación dramática. Estamos agradecidos por todos estos esfuerzos, con vuestra ayuda podremos reorganizar nuestro país. Necesitamos estabilidad, paz y reconciliación", declaró en francés el presidente del órgano político insurgente Abd el-Yalil.

La conferencia deberá marcar las primeras líneas para la reconstrucción del país norafricano, especialmente en infraestructura, para lo que ambos gobiernos europeos bregan por un desbloqueo de los activos libios congelados en los últimos meses por la ONU con el objetivo de asfixiar al gobierno de Gadafi.

En el Elíseo, la diplomacia francesa remarcó ante los participantes la necesidad de "evitar los fiascos en la transición", citando como ejemplos la intervención estadounidense en Iraq.

No obstante, según diversos analistas franceses, la ayuda política y económica para relanzar rápidamente la producción y explotación de petróleo en el país que posee las reservas de crudo más importantes de África no es una ayuda desinteresada.

Hoy el diario Libération afirmó que la CNT le habría acordado prioridad a Francia para explotar el petróleo libio, asegurando a las empresas galas el 35% de su crudo.