La explosión de un automóvil en un puesto de control en el lado estadounidense de un puente entre Estados Unidos y Canadá encendió las alertas ante la posibilidad de que se tratara de un ataque terrorista.
Niagara police
© AP Photo / Hannah Schoenbaum
Un vehículo que se dirigía a gran velocidad hacia el puente Rainbow entre Estados Unidos y Canadá desde el lado estadounidense chocó y explotó en un puesto de control en las cataratas del Niágara el 22 de noviembre.

La explosión del automóvil dejó como saldo dos muertos (quienes se encontraban al interior del carro) y provocó el cierre de cuatro pasos fronterizos en la zona, según informaron las autoridades.

Un agente de protección de fronteras resultó herido, pero no de gravedad, y está siendo tratado por lesiones que no ponen en peligro su vida en el Niagara Falls Memorial Medical Center, publicó el medio local Niagara Gazette.

En un principio, no hubo información inmediata sobre la causa del incidente, lo que suscitó preocupación a ambos lados de la frontera. La Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden estaba "siguiendo de cerca los acontecimientos" y el primer ministro canadiense Justin Trudeau señaló que las autoridades estaban "tomando esto extraordinariamente en serio".

En un principio, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que se dirigía al lugar y que estaba trabajando activamente con el Grupo de Trabajo Conjunto contra el Terrorismo del FBI para vigilar todos los puntos de entrada a Nueva York.

Sin embargo, horas después la gobernadora descartó que el incidente se tratara de un ataque terrorista: "Por el momento no hay indicios de implicación terrorista en el incidente del puente Rainbow de las cataratas del Niágara", escribió en su cuenta de X.