© Desconocido
Sentada una noche al lado de un poeta amigo viendo la actuación de una gran ópera bajo una carpa iluminada, el poeta me tomó del brazo y apuntó a lo alto silenciosamente. Disparada desde la oscuridad, una enorme polilla cecropia atravesó volando de luz en luz por encima de la posición de los actores. "Ella no sabe" murmuró excitado mi amigo, "que vuela por un universo extraño e iluminado pero invisible para ella. Se encuentra en otra obra; no nos ve. No sabe. Quizás nos está sucediendo eso ahora mismo a nosotros." - Loren Eiseley
El mundo no es, en general, eso que aprendimos en los libros de texto. Esto se me hizo evidente recientemente mientras cruzaba una noche por el camino que lleva al pequeño islote donde vivo. El estanco estaba oscuro y quieto. Varios objetos extraños y luminosos llamaron mi atención a un costado del camino y me detuve para observarlos con mi linterna. Las criaturas resultaron ser luciérnagas, la larva luminosa del escarabajo europeo Lampyris noctiluca. Su pequeño, segmentado y oval cuerpo era primitivo - una suerte de trilobite que acabara de salir del Mar Cámbrico quinientos millones de años atrás. Ahí estábamos, el escarabajo y yo, dos objetos vivientes adentrándonos en nuestros mutuos mundos. El escarabajo dejó de emitir su luz verdosa y yo, por mi parte, apagué mi linterna.
Me pregunté entonces si nuestra interacción era distinta de cualquier otra interacción entre dos objetos en el universo. ¿Esa pequeña y primitiva larva era simplemente otro agregado de átomos - proteínas y moléculas - girando igual que los planetas alrededor del Sol?
¿La ciencia había reducido la vida al nivel de una lógica mecánica, o este escarabajo, por virtud de ser un ser viviente, estaba creando su propia realidad física?Las leyes de la física y la química pueden explicar la biología de los seres vivientes y yo puedo recitar al detalle los fundamentos químicos y de organización celular de las células animales: oxidación, metabolismo biofísico, todas las secuencias de carbohidratos y aminoácidos. Pero había mucho más en relación a este bicho luminoso que la suma de sus funciones bioquímicas. Un conocimiento pleno de la vida no se obtiene de mirar las células en un microscopio.
Todavía nos falta comprender que la existencia física no puede estar divorciada de la vida animal y de las estructuras que coordinan la percepción de los sentidos y la experiencia. En verdad, pareciera que esta criatura era el centro de su propia esfera de realidad de la misma manera en que yo lo era de la mía.
A pesar de que el escarabajo no se movió mientras lo observaba, tenía células sensoriales que trasmitían mensajes a las células de su cerebro. Quizás esta criatura era demasiado primitiva para recolectar datos y localizar mi posición en el espacio. O quizás mi existencia en su universo estaba limitada únicamente a la percepción de una gigantesca y peluda sombra sosteniendo una linterna en el aire. No lo sé. Pero al enderezarme para retirarme de allí estoy seguro que me dispersé en un halo de probabilidades alrededor del pequeño universo de la luciérnaga.
Nuestra ciencia falla al no reconocer aquellas propiedades especiales de la vida y que son fundamentales para la realidad material. Esta mirada del mundo - biocentrismo - gira alrededor de la manera como una experiencia subjetiva, que llamamos consciencia, se relaciona con el proceso físico. Este es un misterio enorme y uno que he perseguido toda mi vida. Las conclusiones a las que he arribado ubican a la biología por encima de las otras ciencias en la búsqueda por resolver uno de los enigmas más grandes de la naturaleza, el de una teoría comprehensiva que las otras disciplinas persiguen desde el siglo pasado. Una teoría así unificaría todos los fenómenos conocidos bajo una sola sombrilla, otorgándole a la ciencia la capacidad explicativa desde una teoría global de la naturaleza o de la realidad.
Estamos urgidos de una revolución en nuestro entender de la ciencia y del mundo. Vivimos en un tiempo dominado por la ciencia y creemos cada vez más en una realidad objetiva y empírica y en la meta de alcanzar un conocimiento total de esa realidad. Parte del entusiasmo que acompañó al anuncio público de que se había concluido la cartografía del genoma humano o la idea que nos estamos acercando a una explicación del big bang reside en estos deseos de comprensión total.
PERO NOS ESTAMOS ENGAÑANDO
Comentario: En el artículo, la distinción entre objetividad y subjetividad, al parecer, queda muy ambigua. Por lo tanto sugerimos la lectura del artículo
Orden a partir del caos, del cual copiamos aquí algunos extractos:
Al interactuar el cerebro con su entorno, circuitos sinápticos se combinan para formar mapas sinápticos del mundo percibido por los sentidos. Estos mapas describen pequeños segmentos de ese mundo -la forma, el color, el movimiento- y estos mapas se encuentran dispersos por todo el cerebro. A medida que la red sináptica del cerebro evoluciona, comenzando en el nacimiento -o incluso antes- estos mapas procesan información simultáneamente y en paralelo.
En base a nuestros mapas sinápticos del mundo, somos capaces de tener una visión más o menos objetiva de la realidad.
La física clásica afirma que el futuro ya existe, al igual que el presente y el pasado. Todo lo que alguna vez sucederá ya ha sucedido. Pero, por alguna razón desconocida, nuestras mentes sólo pueden experimentar el futuro en un pedazo a la vez, en lo que llamamos el presente.
La física cuántica, por el contrario, dice que nunca podemos predecir el futuro con certeza absoluta. El futuro todavía no existe en un único estado definido. La incertidumbre cuántica no nos niega todo conocimiento sobre el futuro. Nos da las herramientas para hacer predicciones, pero sólo en términos de probabilidades.
Bohr y otros físicos destacados de la Escuela de Copenhague dicen que la realidad objetiva es un concepto ambiguo a nivel cuántico. En la física, el conocimiento viene solo cuando realmente medimos algo, e incluso entonces la forma en que decidamos realizar la medición afecta a los resultados que obtenemos.
Hacer la misma pregunta de diferentes maneras puede dar respuestas aparentemente contradictorias, pero ningún único experimento dará en sí mismo una información contradictoria. Algunos experimentos mostrarán a los electrones como ondas, y otros los mostrarán como partículas. En un solo experimento nunca aparecerán los electrones con un comportamiento de ondas y de partículas de forma simultánea. Bohr llamó a esto complementariedad.
La mecánica cuántica deja al observador incierto acerca de la verdadera naturaleza de la realidad. ¿Son realmente ondas o partículas? No sabemos y ningún experimento nos lo dirá. La detección de uno de los atributos automáticamente excluye el conocimiento sobre el otro.
[...]
El universo tiene muchos estados futuros posibles o potencialidades representadas por la función de onda. La función de onda está colapsando, de forma constante, en el presente a medida que los numerosos estados posibles se convierten en un estado único a medida que el presente se desarrolla y las posibilidades devienen realidades.
Muchos individuos han decidido que esta Incertidumbre Cuántica significa que tú puedes "crear tu propia realidad" a partir de lo que crees, o dependiendo de a qué le prestas tu atención. Esta es una idea popular entre muchos tipos de la Nueva Era, y es en realidad el fundamento de la mayoría de las religiones, ya sea que se den cuenta o no.
[...]
En los últimos tres años, como he señalado más arriba, hemos hecho algún progreso considerable en nuestro mandato de descubrir lo que realmente hace funcionar a la realidad y cómo la humanidad encaja en ello. Gran parte de este trabajo es pura ciencia - física y matemáticas - pero yo no te voy a dar las fórmulas o los códigos informáticos de simulación, yo te lo voy a explicar en términos simples.
Nuestro universo parece estar hecho de materia/energía y de consciencia.
La materia/energía por sí misma "prefiere", como parece, un estado caótico.
La materia/energía por sí misma no tiene ni siquiera un concepto de "creación" u "organización". Es la consciencia la que le da vida a estos conceptos y, por su interacción con la materia, empuja al universo hacia el caos y la decadencia o hacia el orden y la creación.
Este fenómeno puede ser modelado matemáticamente y simulado en un ordenador usando la TCEI (Teoría Cuántica de Evento Incrementado) [NdT: EEQT de Event Enhanced Quantum Theory]. Si la TCEI modela fielmente la interacción de la consciencia con la materia, no lo sabemos, pero lo más probable es que sí porque parece describir correctamente fenómenos físicos mejor que la mecánica cuántica ortodoxa o sus teorías rivales (mecánica Bohmiana GRW, etc)
Lo que aprendemos de la TCEI puede describirse en términos sencillos como sigue:
Llamemos a nuestro universo material "el sistema". El sistema se caracteriza por un cierto "estado". Es útil representar el estado del sistema como un punto sobre un disco. El punto central del disco, su origen, es el estado de caos. También podríamos describirlo como "Potencial Infinito". Los puntos de la frontera representan "estados puros" de ser, es decir, los estados con "conocimiento puro, no difuso". En el medio hay estados mixtos. Cuanto más cerca el estado está del límite, más puro y más "organizado" se encuentra.
Ahora, un "observador" externo, una "unidad de consciencia", tiene una idea - tal vez acertada, tal vez falsa o en cualquier parte entre ambas - sobre el "estado real" del sistema, y observa al sistema con esta "creencia" acerca del estado. La observación, si es prolongada, provoca que el estado del sistema "salte". En este sentido, tu SÍ "creas tu propia realidad", pero el diablo, como siempre, está en los detalles.
Los detalles son que el estado resultante del sistema bajo observación puede ser más puro o más caótico dependiendo de la "dirección" del salto. La dirección del salto depende de qué tan objetiva - qué tan cerca de la realidad del estado real - sea la observación.
De acuerdo a la TCEI, si las expectativas del observador se acercan al estado real del sistema, el sistema salta, en la mayoría de los casos, a un estado más organizado, menos caótico.
Si, por otro lado, la expectativa del observador se encuentra cerca de la negación del estado real (es decir cuando las creencias del observador no son VERDADERAS de acuerdo al estado REAL - la realidad objetiva), entonces el estado del sistema, típicamente, saltará a un estado que es más caótico, menos organizado. Por otra parte, como regla, le tomará mucho más tiempo llevar a cabo ese salto.
© Desconocido
En otras palabras, si el conocimiento del observador acerca del estado real se encuentra cerca de la verdad, entonces el acto mismo de la observación y la verificación provoca un salto rápido, y el estado resultante es más organizado; puro. Si el conocimiento del observador de la situación real es falso, entonces se necesita generalmente un tiempo largo para causar un cambio en el estado del sistema, y el estado resultante es más caótico.
Resumiendo, todo el que "cree" en un intento de "crear realidad" que es diferente de lo que ES, agrega al aumento del caos y la entropía. Si tus creencias son ortogonales a la verdad, no importa qué tan fuertemente creas en ellas, esencialmente estás entrando en conflicto con la forma en que el Universo se ve a sí mismo y te puedo asegurar que no vas a ganar ese concurso. Tú estás invitando a la destrucción a actuar sobre ti y sobre todos aquellos que participan contigo en este ejercicio de "bajar la mirada al universo".
Por otro lado, si eres capaz de ver al Universo como éste se ve a sí mismo, objetivamente, sin pestañear, y con la aceptación de la realidad y las respuestas apropiadas a cómo son realmente las cosas, entonces te vuelves más "alineado" con la energía Creativa del Universo y tu propia consciencia se convierte en un transductor de energía de orden, y tus acciones son consonantes con lo que es. Tu energía de la observación, dada incondicionalmente, acompañada de las acciones apropiadas, pueden traer orden al caos, pueden crear a partir del potencial infinito.
También recomendamos ver estos vídeos realizados recientemente en los cuales Laura Knight-Jadczyk habla sobre la Teoría de la Información y la Creación de la Realidad (en inglés):
Knowledge and Being Part 5 - Information Theory and Reality Creation -
Part 1 and
Part 2
Comentario: En el artículo, la distinción entre objetividad y subjetividad, al parecer, queda muy ambigua. Por lo tanto sugerimos la lectura del artículo Orden a partir del caos, del cual copiamos aquí algunos extractos: También recomendamos ver estos vídeos realizados recientemente en los cuales Laura Knight-Jadczyk habla sobre la Teoría de la Información y la Creación de la Realidad (en inglés):
Knowledge and Being Part 5 - Information Theory and Reality Creation - Part 1 and Part 2