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Nunca dejará de sorprenderme el "ingenio", por llamarlo de alguna manera, que es capaz de desarrollar un virus, bacteria o cualquier otro organismo o sustancia patógena para conseguir su objetivo. Son precisamente estas estrategias las que nos traen de cabeza a los humanos a la hora de ponerles freno. Un reciente estudio realizado por investigadores de la
Universidad de San Francisco (EEUU) ha observado que
en los pacientes infectados con VIH la flora bacteriana del tracto digestivo se encuentra alterada, hecho que empeora su situación. El estudio se publica en la revista
Science Translational Medicine.
Las bacterias y los virus forman parte de nuestras vidas, tanto para lo bueno como para lo malo. Nuestro tracto digestivo está plagado de bacterias siendo del orden
1013-1014 bacterias por gramo, formando 1/3 de nuestras heces. Imaginaos la cantidad de bacterias que tenemos para que algo tan pequeño pueda formar ¡1/3 de nuestras heces!
Para el estudio se analizó la flora intestinal de 24 pacientes con VIH. Utilizaron un gen que es propio de bacterias que permite diferenciar entre las distintas especies de bacterias, permitiendo detectar muchos más tipos que con las técnicas tradicionales. Lo que hizo pensar a los investigadores que las bacterias de la flora intestinal estaban directamente implicadas fue porque en uno de sus pacientes, que llevaba siendo tratado con antirretrovirales 21 años, la flora intestinal era similar a la de las personas sanas, sugiriendo que
tal vez el no-progreso de la enfermedad esté asociado a estabilidad del microbioma de la persona.