Ciencia y Tecnología
El hallazgo fue realizado a través de la sonda espacial WISE, mediante visión infrarroja de alta sensibilidad, que permitió detectar débiles resplandores similares a los de estrellas enanas, indicó la NASA en un comunicado.
Son los cuerpos celestes más fríos detectados hasta el presente, con una temperatura similar a la del cuerpo humano, agrega la información.
El mundo sigue siendo un misterio: los estimados más precisos hasta la fecha revelan que deben de existir 8.8 millones de especies en la tierra y en el mar; sólo poco más del 10% han sido descubiertas y descritas.
La estimación más precisa de la taxonomía del planeta ha sido anunciada por científicos del Censo de Vida Marina, basándose en una innovadora técnica analítica que reduce los rangos especulativos de otras estimaciones. Hasta ahora se consideraba que podrían existir entre 3 y 100 millones de especies en la Tierra, pero ahora esta cifra ha sido delimitada en 8.8 millones - 6.5 millones de especies en la tierra y 2.2 en el mar. Hasta el momento el 86% de las especies en tierra y 91% de las del mar no han sido descubiertas o catalogadas. Esto es, más de 7 millones de especies quedan por descubrir o describir, un mundo de vida por conocer.
"Muchas especies podrían desaparecer antes de que sepamos de su existencia o de su función y nicho único en el ecosistema, y de su potencial contribución para mejorar al ser humano", dijo el Dr. Camilo Mora, líder del estudio.
De acuerdo con el estudio, divulgado hoy por el diario O Estado de Sao Paulo, los cursos de las aguas de los dos ríos tienen el mismo sentido de oeste hacia el este, pero se comportan de forma diferente, pues los fluidos del subterráneo se trasladan a través de poros en las rocas, a unos cuatro kilómetros de profundidad.
El descubrimiento fue posible por los datos de temperatura de 241 pozos profundos perforados por la empresa estatal Petróleos de Brasil (Petrobras) en la zona amazónica, en las décadas de 1970 y 1980 en busca de hidrocarburos.
El fenómeno fue nombrado Hamza, en homenaje al científico indio Valiya Hamza, que desde 1974 trabaja en la Coordinación de Geofísica del Observatorio Nacional, y quien junto a la profesora de la Universidad de Amazonas Elizabeth Tavares identificaron el movimiento de las aguas subterráneas.
El periódico brasileño precisa que los datos del doctorado de Tavares sobre la existencia de ese río por debajo del Amazonas fueron revelados en el duodécimo Congreso Internacional de la Sociedad Brasileña de Geofísica, efectuado la semana anterior en Río de Janeiro.
Esto, a raíz del satélite Swift de la Nasa que alertó por primera vez a los astronautas de un intenso e inusual incremento de energía en la constelación Draco.
"Increíblemente, esta fuente sigue produciendo los rayos X y puede permanecer lo suficientemente brillante como para que Swift observe hasta el próximo año", aseguró David Burrows, profesor de astronomía de Penn State University y científico principal de la investigación. "Se comporta diferente a todo lo que hemos visto antes", añadió.
Los astrónomos pronto se dieron cuenta que la fuente, conocida como Swift J1644 57, fue el resultado de un evento realmente extraordinario - el despertar de un agujero negro inactivo en una galaxia lejana - que literalmente se devoró a una estrella.
Pero la mayor parte de esta riqueza natural aún no se conoce. Sólo se han identificado 1,3 millones de especies, lo que significa que aproximadamente el 86% de las especies terrestres y el 91% de las marinas aún no se han descubierto, según explicó el autor líder del estudio, el biólogo colombiano Camilo Mora, profesor de la Universidad de Hawaii, en Estados Unidos.
El censo "es un avance grandísimo. Llevamos 250 años tratando de contestar la pregunta de cuántas especies existen y nuestra ignorancia era tal que pensábamos que la cifra podía estar entre 3 y 100 millones", dijo Mora a BBC Mundo.
El estudio representa para el experto una "llamada de atención muy grande para la raza humana".
Aunque muchos pensarían, inmersos en la frivolidad, que el cuerpo más bello el planeta pudiese estar viviendo cerca de Hollywood, desfilando en alguna pasarela de Milán o jugando para el Real Madrid, lo cierto es que existe una majestuosa entidad a 6,500 años luz de la Tierra que destaca por una hermosura imposible de describir: la Nebulosa del Águila.
Aunque no podrás hacer mucho con ellos, si tienes una vela también tienes miles de millones de nanodiamantes. El arte es generalmente algo inútil y este es el caso de la poética creación de partículas de diamante y su sucesiva aniquilación en un instante.
El Dr. Wuzong Zhou, de la Universidad de St. Andrews, desarrolló una técnica para remover las partículas en el centro de una vela y al hacerlo descubrió que se producen cerca de 1.5 millones de nanopartículas de diamantes por segundo en la combustión de los hidrocarburos.
Apophis pasará dos veces cerca de la Tierra: una en 2029, sin ningún peligro para nuestro planeta, y otra (de vuelta) en 2036. Nadie sabe cuán cerca pasará esa segunda vez. Ahora, científicos de la Universidad de Tsinghua en Beijing planean desviar a Apophis para que no pueda volver. O al menos no tan pronto.
El plan consiste en mandar a una pequeña nave a chocar con Apophis. La idea sería mandar la nave con una vela solar en una órbita retrógrada, lo que le permitiría alcanzar una velocidad de impacto de 90 km/s, suficiente (según ellos) para cambiar el camino del asteroide.
El método propuesto permitiría a los astrónomos buscar planetas que orbitan mucho más lejos de sus estrellas que la mayoría de los nuevos mundos encontrados usando las técnicas actuales.
"Se han observado auroras en todos los planetas de nuestro sistema solar que tienen un campo magnético global y una atmósfera importante", expresó el director del estudio, Jonathan Nichols, astrónomo de la Universidad de Leicester en el Reino Unido de Gran Bretaña.
Además de su luz visible, las auroras de la Tierra, Júpiter y Saturno emanan emisiones de radio distintivas. Nichols prevé que los radiotelescopios gigantes de la Tierra pronto podrán detectar estos tipos de señales de las auroras provenientes de planetas semejantes a Júpiter situados hasta 150 años luz de distancia.
"Hace poco que los radiotelescopios lograron suficiente sensibilidad como para detectar potencialmente estas débiles señales planetarias alrededor de otras estrellas", expresó Nichols.
Desde 1995 se ha descubierto más de 500 exoplanetas usando dos métodos principales, ambos más aptos para encontrar planetas cercanos a sus estrellas.
Por primera vez, una nave captó cómo una tormenta solar envolvía a la Tierra. La misión Solar TErrestrial RElations Observatory (STEREO) de la agencia espacial estadounidense (NASA) siguió el recorrido de la explosión hasta su llegada a nuestro planeta, lo que dio nuevos datos que ayudarán a facilitar las predicciones climáticas en la Tierra y conocer mejor la evolución de las explosiones solares, que pueden dañar satélites y causar fallos en las comunicaciones.
La sonda captó la tormenta cuando se encontraba a más de 104 millones de kilómetros de la Tierra en 2008, pero el equipo de la misión se tomó más de tres años procesar los datos que había captado, informó la NASA.