© David A. Aguilar/CfAConcepción artística de una galaxia enana
Al igual que todas las galaxias, la Vía Láctea alberga a una extraña sustancia llamada materia oscura. La materia oscura es invisible, delatando su presencia sólo a través de la atracción gravitacional que ejerce sobre la materia visible.
Sin la materia oscura manteniéndola unida, las estrellas más rápidas de nuestra galaxia se desperdigarían por todas direcciones. La naturaleza de la materia oscura es un misterio, que, en vez de aclararse un poco, se ha oscurecido aún más a raíz de los desconcertantes resultados de una nueva investigación."Después de completar este estudio, sabemos menos acerca de la materia oscura de lo que sabíamos antes", acota con ironía Matt Walter, coautor del estudio, del Centro para la Astrofísica, organismo gestionado conjuntamente por la Universidad de Harvard y el Instituto Smithsoniano.
El modelo cosmológico estándar describe un universo dominado por la energía oscura y la materia oscura. La mayoría de los astrónomos supone que la materia oscura consiste en unas exóticas partículas "frías" (es decir, de movimiento lento) que se agrupan por la gravedad. Con el paso del tiempo, estos cúmulos de materia oscura crecen y atraen a la materia normal, formando las galaxias que vemos hoy en día.