La Casa de Saud se encuentra en problemas: su guerra del petróleo podría volverse contra ella. La sucesión del rey Abdullah podría convertirse en una masacre y su protector, Estados Unidos, también podría cambiar de actitud.

Desde 2011, Arabia Saudita inunda el mercado para compensar la caída de las exportaciones de Irán causada por la guerra económica que le libró EE.UU. Por otra parte, Riad impidió a la OPEP reducir las cuotas de producción de los países miembros. La casa de Saud cree que puede dejar fluir las cosas, hasta que la extracción por fracturamiento hidráulico, que se desarrolla principalmente en los EE.UU, sea inexorablemente eliminada del mercado debido a su costo excesivo. Es la parte que los sauditas creen que retomarán del mercado.
Paralelamente, la Casa de Saud evidencia un gran placer al «castigar» a Irán y Rusia por su apoyo a Bachar al-Assad en Damasco. La Casa de Saud también teme cualquier eventual acuerdo nuclear entre EE.UU e Irán (nada es imposible) que podría conducirlos a una relajación a largo plazo.
Comentario:
Haría palidecer al dólar porque éste no está respaldado por nada, lo que otorga la capacidad al "Fed" o reserva federal de Estados Unidos a imprimir cuantos dólares necesiten dado el momento, en tal situación en la que el valor de una divisa se vuelva algo que necesite estar respaldado, el dólar quedaría completamente al descubierto sin nada que lo sostenga, el rey sin atuendo.
Lo cual, hablando de manera cíclica e histórica, le ocurre a todos los imperios y no sería insensato preguntarnos si este reconocimiento es lo que está detrás de la iniciativa del BRICS.