© DesconocidoLee Hamilton fue durante 34 años representante de Indiana en el Congreso de Estados Unidos. En 1975, redactó el informe que condujo a la adopción de la Doctrina Carter, para garantizar el acceso seguro a los yacimientos petrolíferos del Golfo, y a la creación del CentCom. Especialista en temas de inteligencia, fue miembro de varios Comités de la CIA. Se esforzó por enterrar los escándalos del Irángate y del 11 de Septiembre, como presidente de las comisiones investigadoras ad hoc. Tuvo además un papel crucial en el cambio de política de Estados Unidos en el Medio Oriente, como copresidente del Grupo de Estudio sobre Irak, en 2006.
La tierra se hunde bajo los pies de la Comisión Presidencial Investigadora sobre los Atentados del 11 de Septiembre. La principal fuente de su informe - Abu Zubeida, cuyas confesiones fueron producto de la tortura - ha pasado a ser considerada oficialmente como carente de valor. Y el agente de la CIA que supuestamente arrestó e interrogó a Zubeida ha reconocido que todo fue inventado.Las audiencias de confirmación de John Brennan, seleccionado por Obama para dirigir la CIA, son el tema del momento. Sin embargo, paralelamente, otro tema vinculado a esa nominación ha sido ampliamente ignorado por los medios de difusión en Estados Unidos. Se trata de la historia de Abu Zubeida, cuyos supuestos testimonios - obtenidos bajo la tortura cuando Brennan dirigía el Centro de Amenazas Terroristas de la CIA - sirvieron de base a la versión oficial de los hechos del 11 de septiembre. Hace poco tuve la oportunidad de reunirme con Lee Hamilton, el ex vicepresidente de la Comisión Nacional sobre los ataques terroristas contra Estados Unidos. Lo interrogué sobre la nueva posición del gobierno con respecto a Abu Zubeida y sobre los graves problemas que ese brusco cambio implica para el
Informe de la Comisión sobre el 11 de Septiembre.
En efecto, como subrayaba en mi anterior artículo sobre ese tema. Zubeida se halla en el centro de un proceso de cuestionamiento de la versión oficial sobre los ataques del 11 de septiembre [
1]. Bajo el mando de Brennan, importantes pruebas contra al-Qaeda se obtuvieron gracias a las numerosas torturas que la CIA aplicó a Zubeida, con un mínimo de 83 simulaciones de ahogamiento, periodos en los que se le mantenía colgado del techo completamente desnudo, proyecciones violentas contra una pared de concreto y otros métodos experimentales igualmente atroces. Sin embargo, [desde septiembre de 2009], el gobierno de Estados Unidos afirma que Zubeida nunca fue miembro de al-Qaeda ni estuvo vinculado a esa organización. Así que no podía conocer la información que la Comisión sobre el 11 de Septiembre le atribuye.