El brusco giro de la posición estadounidense en vísperas de la conferencia Ginebra 2 ha causado estupefacción. Washington ya no reclamaba una transición entre guerra y paz sino entre la Siria de Bachar al-Assad y otra diferente, bajo la dominación de Arabia Saudita.Thierry Meyssan estima que este cambio de posición tenía como objetivo desviar la atención de los medios hacia Siria mientras se negocia en secreto el tema de más interés para Estados Unidos:
Palestina.
En la apertura de Ginebra 2, John Kerry defendió la posición de Arabia Saudita: exclusión de Irán, composición de la delegación de la oposición limitada a los actuales miembros de la Coalición Nacional, renuncia y enjuiciamiento de Bachar al-Assad.
Todos se preguntaron qué ha impedido a Estados Unidos iniciar, desde 2012, la aplicación del acuerdo concluido con Rusia en Ginebra aquel mismo año.
Todos han sido testigos de las constantes dilaciones de Washington y de las incesantes contradicciones del secretario de Estado John Kerry en sus declaraciones.
Todos recuerdan la evolución conciliadora de su discurso después de la crisis de las armas químicas y la convocación de Ginebra 2, seguida - para sorpresa general - de la declaración de los «
Amigos de Siria» [
1] y de su discurso inaugural en Montreux [
2], donde planteó como único objetivo un cambio de régimen en Damasco, violando así los compromisos contraídos y provocando el fracaso de la conferencia. Eso, sin entrar a mencionar la composición monocromática de la delegación de la «oposición siria» y la anulación in extremis de la invitación que ya se había enviado a Irán.
Desde hace 3 años, Washington acusa diariamente a Bachar al-Assad de los peores crímenes sin lograr explicar el por qué del creciente respaldo de los sirios a sus instituciones (apoyo que actualmente se sitúa entre el 60 y el 88%, según los estimados). Y ahora, desde hace una semana, Washington denuncia a una facción de la «oposición siria», acusándola de estar preparando atentados contra Estados Unidos.

Varios senadores estadounidenses se reunieron, a puertas cerradas, con el secretario de Estado John Kerry al margen de la Conferencia de Munich sobre la seguridad. Dos de ellos, los republicanos John McCain y Lindsey Graham, revelaron a la prensa el contenido de la entrevista.
Como todos los años, el miércoles 29 de enero de 2014, el director nacional de la comunidad de inteligencia estadounidense, James Clapper, presentó a la Comisión senatorial a cargo de esos servicios, una síntesis sobre las amenazas que se ciernen sobre «América» [
3]. Al referirse a Siria, Clapper dio cifras totalmente irreales sobre la composición de las fuerzas «rebeldes» afirmando que el 80% de sus miembros son moderados y, por lo tanto, aptos para recibir la ayuda militar que el Congreso estadounidense aprobó en su sesión secreta [
4].
El señor Clapper subrayó principalmente que Siria se ha convertido en un imán para los terroristas de todo el planeta, y sorprendió a todos al declarar que algunos de ellos están preparándose para atacar Estados Unidos. El domingo 2 de febrero de 2014,
unos 15 senadores estadounidenses se reunieron con el secretario de Estado John Kerry al margen de la Conferencia sobre la Seguridad que se realizó en Munich. Dos de los participantes, John McCain y Lindsay Graham, hablaron del encuentro a los periodistas Fred Hiatt, del
Washington Post [
5]; Jeffrey Goldberg, de
Bloomberg [
6], y Josh Rogin, del
The Daily Beast [
7]. Según estos periodistas, el secretario de Estado reconoció ante los senadores que Washington ha fracasado en Siria y habló de entregas de armas letales a algunos «rebeldes».
Comentario: Interesante artículo, pero según nuestras investigaciones, este asunto de la falsa democracia es mucho más complicado. No se trata sólo de una plutocracia económica, sino de una despiadada patocracia. Les recomendamos el siguiente ensayo sobre la patocracia: