Se terminó el debate sobre si Trump iba a ser capaz de mantenerse en el poder, el 20 de enero del 2021, rodeado de más de 20.000 soldados, Joe Biden fue proclamado presidente de los Estados Unidos.
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Momento seguido, el nuevo presidente firmó una serie de órdenes ejecutivas que nos permiten vislumbrar el futuro a corto plazo.
Un regreso al imperialismo bélico global de EEUU es casi una certeza, aunque esta vez puede que el ímpetu totalitario de Washington se dirija hacia adentro.
Sin embargo, de manera interna, EEUU se dirige a un nuevo orden "woke", un totalitarismo suave disfrazado de una falsa compasión e inclusión. Un totalitarismo que está completamente dispuesto a desechar las voces disidentes tildándolas de terroristas domésticos.
Este título de terrorismo doméstico es alarmante, ya que abre la puerta a que el gobierno federal en Washington tenga un pretexto de tratar a sus ciudadanos como combatientes enemigos en medio de una guerra bajo un tribunal de guerra, es decir la protección de la ley se desvanece a pasos agigantados.
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Comentario: Esto debería servir como una fuerte señal de hacia dónde va la administración Biden con sus políticas en Oriente Medio. Mientras que Trump estaba haciendo todo lo posible para reducir el número de tropas y sacar a los EEUU de los atolladeros creados bajo Bush Jr. y Obama, pareciera que Biden y su alegre grupo de neoconservadores/neoliberales quisieran reanudar los negocios como de costumbre; una receta para una mayor desestabilización, tragedia y desastre para millones.