Traducido por el equipo de SOTT.net
© Off-Guardian
Hace dos semanas, todos los medios de comunicación occidentales se hicieron eco de que Israel había bombardeado un hospital, dejando que los pacientes
murieran quemados en sus camas.
Unos días más tarde, los mismos medios de comunicación occidentales nos informaron de que los ataques israelíes en Líbano habían
destruido un pueblo de 2000 años de antigüedad.
Hoy, la
portada de la CNN presenta a un soldado de las FDI describiendo la práctica israelí de utilizar a civiles como escudos humanos en Gaza, mientras que
The Guardian detalla un
ataque israelí contra una escuela convertida en refugio antibombas en Gaza.
Ahora bien, no es en absoluto inusual que Israel cometa crímenes de guerra, llevan décadas haciéndolo sin control.
Pero lo que es menos habitual es ver cómo estos crímenes de guerra aparecen en portadas y titulares de los medios de comunicación controlados.Llevamos mucho tiempo haciendo esto para haber disipado cualquier idea de que a los medios les importa la verdad.
No les importa la verdad. En absoluto. De hecho, hoy en día sus estructuras internas apenas les permiten reconocer la verdad como concepto.
Nada
(nada) es tan cierto como para que los medios
tengan que informar de ello, ningún crimen es tan brutal que no pueda ser ignorado.
Un ejemplo: en 2014, en Odessa, los civiles que protestaban contra el golpe de Estado en Ucrania respaldado por la OTAN fueron perseguidos por neonazis golpistas dentro del edificio de los sindicatos.
El edificio fue atrincherado e incendiado. Las personas que salieron por las ventanas para escapar de las llamas fueron tiroteadas.
Cuarenta personas murieron, tiroteadas o quemadas. Los neonazis responsables lo celebraron mostrando imágenes de escarabajos a los que prendían fuego (su término despectivo para los rusos étnicos era "escarabajos de Colorado" en referencia al lazo naranja y negro de San Jorge que llevaban).
¿Cómo respondieron los medios tradicionales a este asesinato?Pues simplemente mintieron.