El fin de fiesta del puente del 15 de agosto dejó dos presuntos casos de violación con varias cosas en común. Dos grupos de cuatro y cinco jóvenes, uno en Gandía, Valencia, el sábado, y otro en Málaga, el domingo, habrían forzado a mantener relaciones sexuales a dos chicas sin su consentimiento. Cuatro días después,
el caso de Málaga se ha archivado mientras que el de Gandía ha dado con tres de los supuestos agresores en prisión provisional. La diferencia, que se sepa, radica en que mientras que en Gandía varios testigos vieron cómo se forzaba a la chica, en Málaga los presuntos violadores pudieron aportar
un vídeo grabado con el móvil en el que, al parecer,
se prueba que el acto fue consentido.
© Ñito salasLágrimas de cocodrilo - Dos de los detenidos por el caso de Málaga, lloran tras ser puestos en libertad.
«Que una juez ponga en libertad en 36 horas a cinco sujetos presuntos delincuentes sexuales hoy en España es increíble. Eso significa que lo tiene que tener claro no, lo siguiente», declara el psiquiatra forense José Cabrera. «En España, un país con discriminación negativa hacia el hombre, que una jueza ponga en libertad a estos sujetos implica que
tiene unos elementos probatorios contundentes».
«Siempre ha habido violaciones. Lo que se nos
está disparando un poco son los acosos y agresiones en multitud. Y
es preocupante la 'desresponsabilización' del grupo, diciendo que surgió de una fiesta, o que ella lo consentía. Esto es banalizar la conducta», matiza Javier Urra, exdefensor del Menor de la Comunidad de Madrid. «Lo curioso es que con estas nuevas tecnologías se crea
una tendencia a grabar un hecho que legalmente es punible, socialmente es reprobable, y personalmente es dañino. Es llamativo, porque cuando alguien hace algo que está mal intenta pasar desapercibido para que no le descubran».
Comentario: A ver, a ver... Rusia dice que va a mandar toneladas de ayuda humanitaria, y lo hace. Pero el gobierno ucraniano se ofende ante semejante osadía.
Esta situación es la mejor manera de entender todo este conflicto. Es un excelente espejo de la guerra. Ni siquiera el gobierno de Kiev ayuda a su población (población que dice querer liberar de las intenciones imperialistas de Rusia), pero Rusia, a pesar de ser culpado y sancionado, envía ayuda humanitaria.
Las acciones hablan más que las palabras: EE.UU les envía bombas, Rusia les envía comida. ¿Qué suena más apetitoso?