Pekín. La fuerte contaminación que desde el domingo envuelve el noreste de China, en las zonas fronterizas con Rusia y Corea del Norte, ha obligado a cerrar escuelas, autopistas y aeropuertos en grandes ciudades de la región como Harbin y Changchun.
© APUna mujer con una mascarilla camina por una calle cubierta de una densa niebla contaminante en Harbin, en el norte de China. /
La densidad de partículas PM 2,5 (partículas menores de 2,5 micras),
las más pequeñas y nocivas en la atmósfera, rebasó durante estos días los 500 microgramos por metro cúbico en esas dos capitales de provincia,
superando los niveles considerados peligrosos para la salud pública.
Según la televisión estatal CCTV,
el fenómeno se debe al uso de carbón en la calefacción comunitaria (que ayer domingo se encendió por primera vez en este otoño) y la quema de rastrojo en las afueras de la ciudad.
"Muchos ciudadanos de Harbin pensaron que había nevado porque las ventanas estaban completamente blancas", señaló el canal estatal, mientras algunos internautas aconsejan en redes sociales que los empleados se tomen el día libre.
Pekín y otras ciudades del norte de China se cuentan entre las urbes más contaminadas del mundo, debido a factores como el amplio uso de carbón como principal fuente de energía nacional o la escasa atención que durante décadas se ha tenido hacia la salud medioambiental en el país asiático.
La capital china anunció la semana pasada el aumento de las limitaciones al tráfico, otra de las grandes fuentes de "smog", y así los días con índices peligrosos de polución sólo podrán circular la mitad de los automóviles de la ciudad (dependiendo de si su matrícula es par o impar).