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Pescadores de Río de Janeiro denunciaron ante las autoridades brasileñas las amenazas y persecusión por parte de parapolicías contra dirigentes pesqueros que se oponen al proyecto petroquímico en la Bahía de Guanabara. La semana pasada dos líderes del sector fueron asesinados.Alexandre Anderson, pescador de 41 años de edad y presidente de la
Asociación Hombres y Mujeres del Mar (Ahomar) señaló que desde hace cinco años cuando comenzaron las denuncias por el impacto de las obras del
Complejo Petroquímico de Río (Comperj) "empezamos a recibir amenazas y (constatamos) la presencia de hombres armados, grupos ligados a esos emprendimientos".
Anderson sostuvo que grupos parapoliciales vinculados a las empresas que operan en la Bahía para Petrobras "son los responsables de los crímenes" cometidos la semana pasada y de "los dos asesinatos previos de 2009 y 2010, cuando dirigentes de Ahomar fueron torturados y asesinados frente a sus familias"."Petrobras no quiere esta lucha, de eso tengo total certeza (...) Ahomar es el último foco de resistencia que queda en la Bahía de Guanabara", indicó, tras exigir al Gobierno brasileño investigar quién está detrás de los crímenes.
En febrero de este año el Destacamento de Policía Ostensible (DPO) de la Playa de Mauá, donde queda la sede de Ahomar y la residencia de Anderson, fue desactivado, exponiendo a los pescadores a nuevas amenazas. En ese período por lo menos otros tres dirigentes pesqueros fueron amenazados de muerte.
En esta desarticulación de la seguridad pública en la región e intensificación de las amenazas. Los pescadores Almir Nogueira de Amorim y Joao Luiz Telles Penetra (Pituca) fueron asesinados el pasado 22 de junio tras salir a pescar.
Sus cuerpos fueron hallados un par de días después con señales de haber sido ejecutados: manos y pies atados e indicios de ahogamiento. Uno de ellos estaba amarrado a su bote, informó la prensa local.