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El pasado 20 de julio, Yoichi Shimatsu y yo salimos de la estación de Ueno en Tokio con destino a la región del desastre nuclear de Fukushima y observar la situación directamente.Curiosamente, el tren que va de Tokio a Fukushima es difícil de encontrar en el mapa, tal que parece que se hubiera eliminado. ¿Podría ser que no quieren las autoridades que la gente se acerque a husmear en esta área no vayan a encontrar zombies irradiados y taxistas sin cabeza?
Nuestro viaje de dos días de duración, estuvo marcado por una gran actividad, de largas esperas, de observaciones y emociones encontradas. Un viaje a la zona nuclear de Fukushima es como una combinación de Galería Nocturna de Rod Serling y una historia de terror de Stephen King resuelta al estilo de
En el camino de Kerouac.Debo agradecer a Yoichi Shimatsu que se ha esforzado por realizar la ingrata tarea de trazar las rutas del viaje, lugares donde dormir y los sitios que visitar en la zona de Fukushima. Nadie mejor que él conoce la geografía del entorno de la central de Fukushima. Además, su bondad y sus grandes conocimientos, así como su mordaz sentido del humor, le hacen todavía estar activo a pesar de todo.