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Creada en los 60 por Monsanto, la peligrosa sustancia no es solo un triste patrimonio de los ámbitos rurales: se usa también en la Ciudad. Desde cáncer hasta malformaciones de todo tipo, su toxicidad va más allá de los 400 metros. Caballito, Puerto Madero, Saavedra, Coghlan, Belgrano, Colegiales y Palermo son algunos de los barrios en los que se utiliza.Parece inentendible que en una zona completamente urbanizada la palabra glifosato represente, como lo es actualmente en las áreas rurales, una preocupación para los vecinos. Si bien
este agrotóxico cuestionado mundialmente por sus efectos contaminantes tiene una incidencia directa en zonas de cultivos, en la Ciudad se lo usa para mantener a raya el pasto y las malezas, que se secan casi instantáneamente luego de ser rociados por el potente químico.
El glifosato fue creado en los años 60 por la multinacional Monsanto y actualmente se lo combina peligrosamente con otras sustancias para aumentar su eficacia, que no están especificadas en la etiqueta y que producen mayor toxicidad.
Son numerosos los casos de trabajadores rurales cuya salud se vio gravemente deteriorada por administrarlo sin la debida protección, como por ejemplo, la experiencia de Fabián Tomasi, cuyas huellas digitales llegaron a borrarse por el contacto con el herbicida. Sin embargo, en plena plaza Giordano Bruno, en Caballito, se ve a los aplicadores sin máscaras y a quienes están en la zona expuestos directamente a su contacto, que persiste luego impregnado en plantas y en la tierra.
El glifosato tiene como mínimo un alcance de 400 metros desde el lugar donde se lo aplica.