Una mujer mostró un crucifijo1
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En la ciudad de Quezon en Filipinas, un hombre capturó como rehén a un niño de nueve años, a quien además amenazaba con un picahielo. Sin embargo, la madre del menor apareció con un crucifijo y se mostró tranquila frente al atacante. Ocho horas duró el amargo evento.

Mostrando los dientes y ojos desorbitados, el hombre que mantenía secuestrado al niño lo amenazaba con un picahielo cerca de la garganta. Tal cual, una película de vampiros, la mujer le mostraba el crucifijo al sujeto para que soltase a su hijo.

Luego de ocho horas la mujer pudo entrar y tener al niño, situación que dio paso a la policía para capturar al sujeto, quien fue identificado como Mark Jason Pineda.

Los funcionarios policiales afirman que la liberación se debe a que el negociador convenció a Pineda de soltar al menor y no por efectos del crucifijo.
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El encargado de la operación dijo que "el negociador de rehenes optó por esperar y poner en espera cualquier maniobra táctica, decidió llevar al sospechoso que parecía estar sufriendo de una crisis nerviosa a su punto extremo".

"El método empleado por la policía finalmente dio sus frutos, el tiempo terminó de desesperar al hombre y aproximadamente a las 7:30 de la mañana se liberó al menor", aseguró.
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