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El presidente palestino, Mahmud Abbas, acusó hoy a Israel de "limpieza étnica" y pidió a la Asamblea General de la ONU que eleve el estatus de Palestina dentro del organismo al de "observador no miembro".

Un año después de solicitar desde el mismo atril la membresía plena para Palestina en la ONU, Abbas aseguró que su gobierno no abandonará sus esfuerzos de lograr ese objetivo de máxima pese a que el plan no logró el necesario apoyo internacional.

El presidente agregó que, mientras tanto, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) inició nuevas "consultas intensas con varias organizaciones regionales y estados miembros" para conseguir el estatus de observador no miembro para Palestina.

Aunque menor a la membresía plena, el estatus de observador no miembro está un escalón por encima del de observador permanente que actualmente tiene la ANP, y permitiría a los palestinos demandar internacionalmente a Israel por ocupar Cisjordania.

"Confiamos en que una vasta mayoría de los países del mundo apoye nuestro esfuerzo, cuya meta es salvar las posibilidades de una paz justa", señaló Abbas.

"En nuestro esfuerzo no buscamos deslegitimar a un Estado existente -que es Israel-, sino más bien reafirmar el Estado que debe hacerse realidad, que es Palestina", agregó, citado por la cadena de noticias CNN.

A diferencia de la membresía plena, que sólo puede aprobarla el Consejo de Seguridad de la ONU, para el estatus de observador no miembro basta con el aval de la Asamblea General.

Aunque Abbas no dijo cuándo pedirá la votación en la Asamblea, funcionarios palestinos adelantaron que podría ser el 29 de noviembre.
Desde hace décadas, los palestinos quieren fundar un Estado que abarque la Franja de Gaza y Cisjordania, y que tenga a Jerusalén este como capital.

Israel conquistó Cisjordania y Jerusalén este en una guerra contra estados árabes en 1967 y luego se anexó ese sector de la ciudad sagrada, pero la ONU considera ilegales tanto la "ocupación" de Cisjordania como la anexión jerosolimitana.

Breves conversaciones entre la ANP e Israel colapsaron a principios de año ante la negativa israelí a poner fin a la extensión de sus colonias en Cisjordania y sobre todo en Jerusalén este, donde se autorizaron miles de nuevas viviendas.

En su discurso, Abbas acusó a Israel de una campaña para echar a los palestinos de Jerusalén que equivale a una "limpieza étnica".
"La demolición de nuestros hogares (en Jerusalén este) es una campaña de limpieza étnica contra el pueblo palestino", dijo Abbas a líderes mundiales en la Asamblea General de la ONU, justo antes del discurso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

El presidente de la ANP dijo que hablaba "en nombre de un pueblo indignado" que cree que no está haciendo valer sus derechos pese a haber abrazado una "cultura de paz y de respeto a las resoluciones internacionales".

"Israel es recompensado mientras continúa las políticas de guerra, ocupación y colonización" de Cisjordania y Jerusalén, agregó.

Abbas también acusó a Israel de negarse a "discutir seriamente el asunto de los refugiados palestinos", es decir el derecho al retorno de millones de palestinos a los hogares que perdieron en territorio del actual Israel al formarse el Estado judío, en 1948.

El titular de la ANP aseguró que las acciones israelíes amenazaron con socavar a su gobierno autónomo hasta un punto "que podría llevar a su colapso".

En un pedido de apoyo global, Abbas exhortó a los líderes mundiales a evitar una nueva "catástrofe" en Palestina, el nombre con que los palestinos se refieren a la creación de Israel.

"Apoyen ya el establecimiento de un Estado palestino libre, y dejen que la paz se imponga antes de que sea demasiado tarde", señaló.


La propuesta del año pasado de Abbas de lograr la membresía plena para Palestina en la ONU fracasó porque la ANP no logró el apoyo necesario en el Consejo de Seguridad, donde -además- enfrentaba una amenaza de veto de Estados Unidos.

En octubre, sin embargo, Abbas se anotó una gran victoria cuando el organismo de la ONU para la cultura (UNESCO) aprobó el ingreso de Palestina como miembro.

Como estado observador, Palestina podría participar en los debates de la Asamblea y también unirse a la Corte Penal Internacional (CPI), de La Haya, ante la cual podría demandar a Israel por delitos relativos a la ocupación.


Israel argumenta que los palestinos pueden obtener su independencia sólo a través de negociaciones directas y ha presionado fuertemente detrás de escena contra los esfuerzos de la ANP ante la ONU, por temor a las consecuencias.