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El 26 de febrero de 2013, un grupo de extremistas israelíes judíos atacó a una mujer palestina, mientras estaba en una estación de tren en Jerusalén. Le pegaron y quitaron el velo (hijab) de la cabeza por la fuerza. El diario israelí ʺ¨Maarivʺ que informó la noticia mencionó que los policías israelíes y los oficiales de seguridad de la estación de tren vieron la agresión y no hicieron nada al respecto.
El Ministerio de Asuntos Exteriores del Estado de Palestina condena firmemente y denuncia esta agresión racial, y responsabiliza al gobierno israelí por el aumento del racismo y el extremismo de los israelíes hacia los palestinos árabes, como consecuencia natural de la continuación de las políticas de ocupación, colonización, represión, y la difusión de la cultura del odio y la intolerancia. Asimismo solicita:
1. Al gobierno israelí, el fin de esta política, la detención de estos grupos racistas y que sean sometidos a los tribunales; así como, juzgar a los policías y agentes de seguridad que estaban ahí y no hicieron nada con respecto a este abuso racial.
2. A las Organizaciones de Derechos Humanos y organizaciones que bregan por la Ley Humanitaria Internacional, que realicen el debido seguimiento y presenten a los culpables ante los tribunales internacionales .
3. Al Cuarteto, que responsabilice al gobierno israelí por la difusión del fenómeno de agresión hacia los palestinos, la difusión del odio, la continuación de la ocupación y asentamiento. Asimismo que proporcione protección internacional para nuestro pueblo bajo la ocupación.
4. A las organizaciones de mujeres a nivel local, regional e internacional, que expongan la naturaleza racial flagrante de este comportamiento y la defensa de los derechos de las mujeres en todos los foros.
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