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El extesorero del oficialista Partido Popular (PP) Luis Bárcenas aseguró hoy aquí haber pagado sobresueldos ilegales al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, como parte de una presunta contabilidad paralela de esa agrupación conservadora. Bárcenas compareció este lunes durante unas cinco horas ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, tras las revelaciones del diario El Mundo sobre una supuesta financiación irregular del derechista PP y el cobro por su cúpula de gratificaciones en negro.

En su declaración ante el magistrado de la principal instancia penal española, el otrora administrador reveló haber entregado 90 mil euros en efectivo a Rajoy y a la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, entre 2009 y 2010.

Fuentes de la acusación citadas por medios periodísticos precisaron que el también exsenador, en prisión provisional desde el pasado 27 de junio, admitió la autoría de las citadas cuentas en B, que reflejan donaciones y desembolsos de esas retribuciones ocultas.

Además, reconoció que en sus 20 años como gerente y tesorero manejó una contabilidad secreta, que heredó en 1991 de Rosendo Naseiro, pagador del PP en la época en que José María Aznar era el presidente del partido.

Según el testimonio de Bárcenas, la liquidación de esos sobresueldos era sistemática y se hacía todos los meses al presidente, a los secretarios generales y a los vicesecretarios de la ahora agrupación en el poder, aunque él, aclaró, nunca pagó personalmente a Aznar.

Sobre la hipotética financiación ilícita, manifestó que el sistema establecido en el seno de la agrupación consistía en el pago por parte de los empresarios de comisiones para obtener a cambio adjudicaciones.

A preguntas de por qué negó hasta ahora ser el autor de los documentos contables manuscritos publicados por los periódicos El País y el Mundo, el antiguo gerente denunció que recibió presiones del PP.

De acuerdo con su confesión, un abogado próximo a De Cospedal le ofreció 500 mil euros a cambio de negar la contabilidad opaca del partido y ayudar a elaborar una coartada a los empresarios imputados por donaciones irregulares.

El jefe del Ejecutivo español descartó hoy su renuncia, tras los pedidos de dimisión formulados por varios partidos de la oposición ante los escándalos de corrupción que salpican al partido en el poder.

En una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa (sede gubernamental), Rajoy afirmó que defenderá la estabilidad política y cumplirá el mandato que en su momento le concedieron los españoles.

Respondió así a las demandas del Partido Socialista Obrero Español y de la coalición Izquierda Unida, que lo emplazaron a dejar el cargo por las denuncias sobre las cuentas secretas y el cobro de las primas en negro en el PP.