muertes en accidentes
© China Photos/Getty ImagesEnfermeras con trajes de protección despiden a sus colegas víctimas de la epidemia del SRAS en 2003. Según observadores, las cifras de muertos en la epidemia fue mucho mayor que la admitida por las autoridades.
Cuántas personas tienen "permitido" morir en cada región de China durante una inundación, un terremoto o una epidemia es algo que decide el régimen.

Al informar sobre desastres en sus regiones, las autoridades locales deben atenerse a las cifras de víctimas predeterminadas por el Estado; generalmente no se permite revelar las cifras verdaderas.

Durante las lluvias torrenciales que hubo a principios de mes en Beijing, nadie tuvo "permitido morir".

Entre las 8 de la noche del 7 de julio y las 6 de la mañana del día siguiente cayeron sobre Beijing más de 100 milímetros de lluvia, según datos de la estación meteorológica del distrito Fengtai. El 9 de julio, la televisora estatal CCTV anunció en su noticiero que el Estado había emitido la orden de que "nadie tiene permitido morir" durante las tormentas. Funcionarios locales asumirían la responsabilidad de cualquier baja.

Límites de muertes

El Ministerio de Seguridad Pública de China, en base a una decisión del Consejo de Estado de China en 2004, requiere que cada provincia y ciudad autónoma establezcan un "límite de muertes" anual para las calamidades.

Por ejemplo, en abril de 2007, el límite máximo de Beijing fue de 1.733 muertes, incluyendo 1.373 en accidentes de tránsito, 33 en incendios y 196 en accidentes de trabajo.

Las cifras también se subdividen por distrito. Este año, el distrito Chaoyang recibió un límite total de muertes de 250, incluyendo 8 en incendios.

En base a estadísticas recientes, a comienzos de cada año el Consejo de Estado calcula el "límite total" apropiado para todo el país, incluyendo muertes accidentales en el trabajo, incendios, y accidentes de tránsito, trenes y aviones.

Luego el Comité de Seguridad en la Producción del Consejo de Estado distribuye el número entre las provincias, que a su vez asignan las cifras a sus municipalidades. Las municipalidades también asignan cifras a cada empresa. Por ejemplo, en 2004 la ciudad de Datong en la provincia de Shanxi tuvo un límite de 54 muertes, incluyendo 23 permitidas al Grupo Carbonero de Datong.

En 2006, el límite de muertes se incorporó al plan a cinco años del régimen, convirtiéndose así en uno de los parámetros más importantes para medir el desempeño de los funcionarios.

Epidemias

El propósito de establecer estos "límites de víctimas fatales" no parece ser mejorar la preparación ante las catástrofes, sino, en cambio, no permitir que la sociedad conozca la verdadera cifra de muertes. Se trata de hacer quedar bien a las autoridades y limitar las críticas de la población con respecto a la incompetencia de los funcionarios para prevenir y responder ante las catástrofes.

Durante años, luego de alguna catástrofe, los familiares de las víctimas y los activistas han cuestionado las cifras de víctimas y la manera sigilosa en que los funcionarios manejan los esfuerzos de rescate. Las listas de víctimas fatales prácticamente nunca se hacen públicas.

Un ejemplo fue el brote del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) que ocurrió hace diez años. El SRAS se descubrió el 11 de noviembre de 2002 en la región sur de China continental. A fin de mantener un buen clima político durante el 16° Congreso del Partido Comunista, el Departamento de Propaganda del PCCh prohibió a la prensa informar sobre el brote.

El entonces líder del Partido Comunista, Jiang Zemin, dio la orden de que si se reportaba algún caso de SRAS, los funcionarios locales serían removidos de sus puestos. Como resultado, muchos funcionarios gubernamentales no se animaron a informar sobre el brote de SRAS. Esto provocó todo tipo de maneras de ocultar los casos de SRAS. El método más común fue ordenar a los hospitales que alteraran la causa de la muerte en los certificados de defunción.

En ese momento, un médico de la provincia de Guangdong dijo: "No hay estadísticas sobre los pacientes de SRAS. Beijing asignó cifras para cada región, determinó los números de cada lugar y cada uno simplemente informó en base a la cifra que tenía asignada. Todos pueden ver que los números publicados oficialmente están muy ordenados".

Un oficial de policía de Shenzhen, a quien le asignaron la tarea de cremar los cuerpos de los pacientes de SRAS, dijo: "Ya que los cuerpos de los pacientes de SRAS contienen un virus contagioso, en cada región hubo fuerzas de tareas especiales asignadas para cremar los cuerpos... Beijing solo permitió que treinta personas murieran de SRAS en Shenzhen. En realidad, la cifra de muertos en Shenzhen superó ampliamente a la cantidad publicada".