El alcalde de San Diego (California) renunció en medio de una oleada de denuncias de acoso sexual de parte de sus subordinadas, a quienes pidió disculpas al tiempo que acusó la "mentalidad de linchamiento" con la que se manejaron las acusaciones.

"Me disculpo ante todos ustedes", dijo Bob Filner, de 70 años y alcalde demócrata desde noviembre pasado, al anunciar su salida tras una negociación a puerta cerrada con los concejales.

Al mismo tiempo, el alcalde acusó la "mentalidad de linchamiento" que condujo a la seguidilla de acusaciones, motivadas por razones políticas según los defensores de Filner, e insistió en que "nunca (ha) acosado sexualmente a nadie".

Como parte del acuerdo, la ciudad proveerá una defensa legal, conjuntamente con el alcalde, en los reclamos hechos por empleadas o contratistas, pero se reserva el derecho a pedir reembolsos por eventuales daños.

"Los decepcioné", dijo a sus seguidores el alcalde demócrata, cuya dimisión será efectiva desde el 30 de agosto. "Tuvimos la oportunidad de darle a esta ciudad una visión progresiva por primera vez en 50 años. Necesitamos que ustedes se hagan cargo. No dejemos que esa visión muera".

A las supuestas víctimas, les dijo: "No tuve la intención de ser ofensivo, de violar ningún espacio físico o emocional. Estaba intentando establecer relaciones personales (...) en un comportamiento que muchos hallaron ofensivo".

La abogada de las supuestas víctimas, Gloria Allred, calificó este viernes como "el día de la verdad para el alcalde Filner y un día de reivindicación para muchas de sus supuestas víctimas, 18 de las cuales han salido a la luz".

"Si bien el alcalde Filner continúa viviendo su propia realidad y negando responsabilidad por la conducta que nosotros acusamos en nuestra demanda, el hecho es que él hizo lo que era necesario. Resignó, y eso es lo importante".

Filner había admitido en julio pasado su "mala conducta" hacia las mujeres y realizó este mes una terapia intensiva de dos semanas para intentar modificarla.

La primera presunta víctima que salió a la luz públicamente fue la portavoz del alcalde, Irene McCormack Jackson.

McCormack relató que Filner hacía comentarios sexuales inapropiados sobre ella o le pedía que trabajara en prendas íntimas. Supuestamente, el alcalde le dijo que quería casarse con ella y que estaba ansioso por acostarse con ella.