En un reportaje de marcado corte sensacionalista y sesgo en favor de los rebeldes patrocinados por Occidente, el equipo de Informe Especial liderado por Amaro Gómez-Pablos se reunió - al parecer sin saberlo - con miembros de la organización terrorista Al Qaeda, contribuyendo al mismo tiempo en el esfuerzo de demonización mediática del gobierno sirio que, tras dos años de desestabilización, se prepara para recibir un ataque militar por parte de Estados Unidos, último recurso para derrocar al régimen.
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Gómez-Pablos se reúne con terroristas

A pesar de que el ingreso a Siria puede hacerse sin problemas consiguiendo una visa para dichos efectos, el equipo de TVN [Televisión Nacional de Chile] prefirió ingresar ilegalmente - al igual que muchos periodistas occidentales - a través de la frontera con Turquía, principal punto de entrada de los grupos rebeldes patrocinados por Occidente y las monarquías del Golfo.

De esta forma, Amaro Gómez Pablos ingresó a Siria con apoyo de los rebeldes y sólo visitó sectores del país controlados por ellos.

A los pocos minutos de ingresar se observa al equipo compartiendo una comida con algunos rebeldes. Uno de ellos porta el distintivo del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS), que precisamente es uno de los brazos de la organización terrorista Al-Qaeda que están operando dentro de Siria. Posteriormente se ve cómo el equipo de TVN es trasladado en un jeep, acompañados por otro sujeto con la gorra del ISIS.

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El equipo de TVN cena con un grupo de rebeldes, entre ellos, un miembro del ISIS.
El ISIS es liderado por Abu Bakr al-Baghdadi y es una rama de Al-Qaeda en Irak (AQI). El otro grupo que jura afiliación con la organización terrorista es el Jabhat Al Nusra. Jabhat al-Nusra, liderado por Abu Mohammed al-Golani, ha sido responsable de ataques contra instalaciones militares, autopistas y atentados suicidas en zonas civiles así como del asesinatos de funcionarios. Si bien ambas organizaciones operaban juntas inicialmente, hoy se encuentran enfrentadas por problemas de liderazgo.

Tras el incidente con armas químicas el 21 de agosto, estos grupos reconocieron estar en poder de armamento químico y amenazaron con perpetrar otros ataques en contra de minorías religiosas como los alauíes. En mayo, una docena de miembros del Jabhat al-Nusra fueron capturados por la policía turca en posesión de 2 kilos de gas sarín cuando estos se disponían a cruzar la frontera hacia Siria.

De acuerdo con testimonios recogidos en Goutha por la periodista de la Associated Press, Dale Gavlak, el mismo Jabhat al-Nusra pudo haber estado detrás del ataque del 21 de agosto, utilizando armamento proporcionado por Arabia Saudí.

Aunque en la entrevista, el general Idris (jefe del Ejército Libre Sirio) declara que los grupos islamistas son un "dolor de cabeza" para los rebeldes, la misma Coalición Nacional Siria a la que Idris pertenece y 29 grupos afiliados a ella protestaron cuando el gobierno estadounidense designó a los islamistas como una "organización terrorista".

De hecho, estos grupos firmaron una petición que no sólo condenó la designación de los Estados Unidos, sino que señalo que "todos somos al-Nusra", e instó a sus partidarios levantar la bandera de al-Nusra (que es la bandera de Al Qaeda), reconociendo que los grupos afiliados a al-Qaeda son "una de las unidades más poderosas y eficaces en la insurgencia siria".

¿Habrá tenido en cuenta estos detalles el equipo de TVN a la hora de reunirse con los rebeldes que pintó como luchadores por la libertad? ¿Sabían que estaban compartiendo con integrantes de una organización terrorista?

Se hizo un esfuerzo por intentar marcar una línea entre rebeldes "buenos" y "malos" al presentar el testimonio del sacerdote Rodrigo Miranda, quien desde Alepo dio cuenta de las atrocidades cometidas por los rebeldes.

Este explicó que los insurgentes "arrasaron con absolutamente todo, murieron muchos civiles. No era una zona militar, era un barrio residencial; es un barrio popular por así decirlo". El principal problema serían los francotiradores.

"Han recrudecido las cosas contra los cristianos acá en Siria... un gran sector de los rebeldes son fundamentalistas que directamente tratan de eliminar todo lo que no sea de ellos", declaró, haciendo alusión al secuestro y asesinato de sacerdotes por parte de las milicias islamistas.

A diferencia de Amaro Gómez Pablos, el corresponsal colombiano William Parra concluyó a la luz de los acontecimientos que la mayoría de los rebeldes son efectivamente fundamentalistas despiadados. "En una ocasión vi un retén de rebeldes que eran todos libios, degollaron a varios periodistas sirios y a las mujeres les obligaban a ponerse el pañuelo islámico" explicó al periódico español Público al relatar su experiencia en Alepo.

"En una ocasión estábamos grabando y comenzaron a dispararnos, pasaban las familias con mujeres y niños y les disparaban. Pude comprobar cómo disparan de forma indiscriminada, vi cómo abatían a una mujer y nadie podía acercarse a socorrerla", agregó.

Salim Idris, líder de la "revolución" siria

El brigadier general Salim Idris, al mando del Ejército Libre Sirio (ELS), es presentado como líder de los revolucionarios sirios. Sin embargo, hay algunos detalles que Gómez Pablos y su equipo aparentemente pasaron por alto a la hora de entrevistarlo.

Por ejemplo, Idris estaría vinculado al secuestro de un grupo de peregrinos libaneses dentro de Siria. El escándalo estalló cuando John McCain, neoconservador republicano que también trabajó en la desestabilización de Libia, ingresó ilegalmente desde Turquía a territorio sirio para reunirse con Idris y otros cabecillas del Ejército Libre Sirio.

Las fotografías del encuentro revelaron que el senador estadounidense aparecía junto a Abu Youssef y Mohamed Nour, acusados del secuestro de los 11 peregrinos libaneses en Mayo de 2012. McCain habría realizado el viaje con el visto bueno de la administración Obama.
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El general Idris junto a John McCain y los secuestradores de los peregrinos libaneses.
De acuerdo a Michel Chossudovsky, el líder del ELS trabajaría como "enlace" entre el Pentágono y las facciones islamistas que operan dentro de Siria, ya que "está en contacto permanente con los comandantes militares de Al Nusra".

Como explica Chossudovsky, el general Idris, actuando a nombre del Pentágono, "canaliza dinero y armas a los terroristas. Este modelo de apoyo a Al Nusra es similar al aplicado en Afganistán en la década de 1980 a través del cual el gobierno militar paquistaní del general Zia Ul Haq abasteció a los yihadistas "combatientes de la libertad" en el apogeo de la guerra afgano-soviética."

Demonizando a Siria como paso previo a la intervención militar

Además de no proveer al televidente con elementos suficientes para contribuir a la contextualización del conflicto, el reportaje de TVN presenta una postura marcadamente sesgada en favor de los rebeldes, sin considerar en ningún momento la posición del gobierno sirio ni de sus partidarios. Ni siquiera fueron capaces de visitar áreas fuera del control de los rebeldes - probablemente por haber ingresado ilegalmente al país.

Por otro lado, la falta de rigurosidad antes expuesta - que va desde estas omisiones hasta reunirse sin saberlo con miembros de las organizaciones terroristas que minutos después denunciarían en el mismo reportaje - demuestra el poco interés que tuvo el equipo por llegar a la verdad.

Buscando impactar al espectador, se abandonó todo interés por ofrecer una panorámica adecuada, optando por un reportaje de corte sensacionalista tipo CNN, que no ayuda más que a la demonización del gobierno sirio. De esta forma, Informe Especial sirve a la agenda de intervención imperial que de concretarse puede tener consecuencias catastróficas no sólo para la región sino que para el mundo en su conjunto.

Contribuye a darle legitimidad a una guerra de agresión que no cuenta con el apoyo de la opinión pública mundial, ni siquiera dentro de la población de las potencias occidentales, como demostró el rechazo de Gran Bretaña a la intervención y el que Obama haya sido forzado a consultar ante el congreso estadounidense su decisión de atacar.

Y lo que es más triste, el reportaje echó mano a uno de los recursos más bajos del periodismo sensacionalista: aprovecharse del sufrimiento de niños para conmocionar y manipular las conciencias de los chilenos.

"Siria: lágrimas de sangre", se presenta como la última demostración del deplorable estado de la prensa chilena en materias internacionales. Una prensa que rara vez toma más de un minuto en los noticiarios para dar cuenta de la realidad global, y sólo se toma la molestia cuando desea ganar más rating.