Desde el inicio de la crisis política en Ucrania "casi todos los radicales y extremistas ucranianos, incluyendo a los que forman parte de las filas políticas, 'reciben una carta blanca' de Estados Unidos", dijo Lavrov y constató que en este caso "no funcionan ninguno de los argumentos como el diálogo nacional, la reconciliación y el respeto a los derechos de las minorías, todos los valores que Occidente promueve en cualquier otro conflicto", señaló.
"Washington ha demostrado en repetidas ocasiones que su objetivo es agudizar la crisis, utilizar a Ucrania como moneda de cambio en un nuevo intento de aislar y debilitar a Rusia", enfatizó el diplomático ruso.
Europa entiende la amenaza del neonazismo, pero guarda silencio
Hablando sobre los grupos "neonazis" ucranianos apoyados por Occidente, Lavrov volvió a indicar que, por ejemplo, en el programa del partido ultranacionalista Svoboda "todavía se refleja el documento final de junio de 1941, en el que figura el objetivo de Hitler de crear un nuevo orden en Europa y en el mundo", dijo.
En un contexto en el que están en el poder nacionalistas como Tiagnibok (el líder de Svoboda) y Oleg Liashkó, que se quedó tercero en las presidenciales celebradas en mayo, en opinión de Lavrov "Europa se siente muy incómoda". "Es imposible que Europa no entienda la amenaza planteada por esta tolerancia al nacionalismo y, en cierta medida, al neonazismo, pero debido al compromiso político no pueden decirlo en voz alta", sostuvo Lavrov.
"Poroshenko está interesado en la paz, pero algunos se lo impiden"
"Me parece que Piotr Poroshenko está interesado en promover acuerdos de paz y necesita apoyo, sobre todo por parte de Occidente, que trató de reconducir la situación ucraniana a un curso legítimo. Y con ese fin se han anunciado elecciones presidenciales. Creo que Occidente debe respaldar la ambición de Poroshenko de realizar los acuerdos de paz porque al menos algunos países están tratando seriamente de impedirle esto", dijo.
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