"Apenas llevan 100 días, hay que dejarlos gobernar", "Lo que está ocurriendo en Argentina es herencia de la corrupción e ineptitud del gobierno anterior", "Y bueno... ahora habrá que aguantar el ajuste, es la única forma de arreglar el desastre que dejó el Kirchnerismo"... Le apuesto a que escucha estas frases y otras similares casi a diario, es más, usted quizá sea uno de los tantos que las pronuncia.
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© DesconocidoHacia una Argentina cada vez más fascista...
¿Pero se puede afirmar con tanta convicción que todo lo que está ocurriendo en la Argentina es responsabilidad del gobierno anterior? ¿Hasta cuándo el pueblo argentino podrá seguir culpando al gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner por las decisiones que toma el actual gobierno? ¿Por cuánto tiempo quienes votaron a Mauricio Macri por despecho hacia el Kirchnerismo tolerarán los abusos y manejos políticos fraudulentos del nuevo gobierno?

Si el lector se ha tomado el trabajo de escuchar la opinión de la gente, de seguir las redes sociales, de ver los programas de TV en los que se manifiesta el sentir del pueblo argentino, es posible que coincida conmigo: un amplio sector de la población se encuentra en un estado tal de ira en contra del anterior gobierno que está dispuesto a tolerar y a justificar cualquier barbaridad que haga el flamante gobierno Macrista.

El argumento más fuerte a favor del nuevo gobierno es que llevan apenas 100 días, pero... ¿es acaso éste un argumento a favor del gobierno? ¿Los pocos días que llevan de gobierno los exonera de cualquier culpa o responsabilidad en relación al dramático momento por el que está pasando el pueblo argentino? ¿Y si en estos 100 días el gobierno de Macri ya hubiera hecho suficiente como para dejar en claro hacia dónde nos dirigimos?... Le propongo que tratemos de responder a estas preguntas razonando juntos.

Empecemos por el final

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© TaringaEl programa que nunca salió al aire ahora está disponible en Youtube
El viernes 18 de marzo comenzó a correrse el rumor de que el periodista argentino Roberto Navarro iba a sacar al aire el domingo por la noche un programa especial de 3 horas titulado "El socio del Presidente" en su magazine semanal "Economía Política" que se emite por la señal de cable C5N, en el que presentaría un informe exclusivo sobre los negocios por más de 2000 millones de pesos que en los últimos siete años el gobierno de Mauricio Macri mantuvo con la empresa de Nicolás Caputo, su amigo personal de la infancia, testigo de casamiento, y socio comercial. Sea cual fuere la verdad del informe, convengamos que el programa prometía cuanto menos despertar polémica y quizá abrir una brecha en la credibilidad a prueba de balas del actual mandatario.

Hasta aquí nada fuera de lo normal; durante el gobierno anterior varios programas periodísticos como "Periodismo para Todos" de Jorge Lanata y "La Cornisa" de Luis Majul hicieron todo tipo de informes denunciando las manos sucias del gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner con una amplia gama de acusaciones que iban desde fraude y blanqueo de dinero hasta convertirla en poco más que una auténtica Don Corleone de las pampas. Lo esperable era que el programa hubiera salido al aire y que luego los funcionarios involucrados salieran a hacer control de daños como se acostumbra hacer en estos casos.

Pero el asunto comenzó a tomar tintes novelescos cuando el sábado Roberto Navarro publicó una breve nota en su twitter y luego en su portal web denunciando que se estaban ejerciendo fuertes presiones para que no saliera su programa al aire. La nota reportaba que el periodista había sido amenazado de muerte por teléfono y que había sido abordado y agredido por dos hombres con anteojos oscuros mientras transitaba por la calle en el barrio de Martínez ese mediodía. ¡Un poco de promoción del programa, puede pensar uno!... Claro que sí, ¿por qué no?... no sería ni el primero ni el último en hacerlo..... a menos que...

El domingo 20 de marzo, a pocas horas de salir al aire, Roberto Navarro anunció en su cuenta de Facebook que el programa había sido levantado y mostraba su enojo por la alevosía del hecho:
Se suspendió el programa especial de tres horas de Economía Política de esta noche. Las autoridades del canal C5N me acaban de notificar que el informe "El socio del Presidente" que íbamos a emitir esta noche no saldrá al aire.

En principio queda postergado para cuando las condiciones permitan su difusión. A raíz de esto no haré el programa, ya que todo el contenido producido estaba relacionado con ese informe.

No juzgo la decisión editorial del canal. Es claro el acoso que está sufriendo el medio y sus consecuencias para la empresa y sus empleados: mis compañeros. Sí lamento que en mi país no se pueda informar sobre las actividades del presidente de la Nación y su socio.

[...]

No voy a decir, como se escuchaba hasta hace poco tiempo, que esto es una dictadura. Pero está claro que las posibilidades de informar sobre el Gobierno están cada vez más restringidas. Y la situación empeora cada día.
Desde que el gobierno de Mauricio Macri asumió el poder han dado varios pasos dirigidos a acallar las voces críticas o disidentes, pero a decir verdad, las maniobras nunca habían sido tan manifiestamente mafiosas como en este caso. El hecho no acaba aquí, porque otro dato curioso agrega más sospechas sobre el nuevo gobierno. El pasado viernes en horas de la tarde la Policía Federal, Prefectura y Gendarmería allanaban las instalaciones de C5N en el marco de una investigación por una deuda de 8 mil millones de pesos de sus propietarios con la AFIP (la Administración Federal de Ingresos Públicos).

Hay que reconocer que es posible que el Grupo Índalo (propietario de C5N) del cual es parte el muy cuestionado empresario Cristobal López quien, al parecer, tenía vínculos cuanto menos cuestionables con el gobierno anterior, no esté en regla o que hayan mediado operatorias fraudulentas en el contrato de pauta oficial en su señal de TV, pero aún así es extremadamente sospechoso que el hecho ocurra justo un par de días antes de que el programa saliera al aire.

No sé a usted, pero a mí al menos se me han disparado todas las señales de alarma. Personalmente no creo en las casualidades, y todo el contexto en el que se desenvolvieron los hechos que concluyeron con el levantamiento del informe son, por decir poco, bastantes misteriosos y contienen un fuerte hedor a comportamiento mafioso. Si mis sospechas fueran ciertas, el hecho sería de extrema gravedad, pues estaríamos ante un personaje muy oscuro que mueve a los organismos del estado para beneficio de sus objetivos mafiosos. Así como en esta ocasión pudo haber hecho uso de la AFIP para extorsionar a un disidente, mañana podría hacer uso de las fuerzas policiales y de inteligencia, y quién sabe, tal vez en algún momento, bajo las circunstancias adecuadas, de las fuerzas militares. No hay que olvidar que el gobierno de Macri en sólo 100 días ya tiene varios casos de represión policial con violencia extrema a ciudadanos civiles.

La vuelta al mundo en 100 días...

Decenas de decretos presidenciales mostrando poco respeto por el poder legislativo, 120.000 despedidos de un modo brutal, tarifazos en los servicios que han perjudicado principalmente a los más pobres, aumento en la cantidad de alcanzados por el impuesto a las ganancias (cuando en campaña había prometido quitar a los trabajadores este impuesto), y como broche de oro arrodillarse rastreramente ante los holdouts (fondos buitres) y comprometerse a pagar cifras usureras tomando nueva deuda y dejando al país endeudado como hacía muchos años que no lo estaba... Esto y bastante más ha ocurrido en los primeros 100 días de Macri.

Por favor mire este corto video antes de seguir como para tener un panorama general de qué ha estado ocurriendo desde que comenzó el mandato de "Cambiemos"...


En 100 días de gobierno, Mauricio Macri y su dream team de CEOs han dado unos cuantos pasos lo suficientemente claros como para presagiar qué es lo que le espera al pueblo argentino durante su gobierno y hacia dónde los conducen. Desde mi perspectiva personal, el período que uno podría considerar de prueba o de gracia, es decir el tiempo que uno le daría a un nuevo gobierno para emitir algún juicio sobre su desempeño, ya terminó. Usted dirá con enfado: "¡¿Pero cómo?! 100 días es muy poco"; y entonces yo le contestaré: "Sí, usted tiene razón, en condiciones normales 100 días es muy poco. Pero el gobierno de Macri ha hecho tanto en 100 días y ha marcado con tanta claridad el rumbo que pretende tomar, que la posibilidad de que mañana (o en tres meses, o en un año) pueda cambiar o atine a hacer algo diferente es muy remota."

Podemos seguir alimentando esperanzas respecto a que Mauricio Macri sea un buen hombre, que recibió una herencia difícil, que pretende lo mejor para los argentinos, o que debemos apoyarlo porque él trae el cambio,... pero muy a mi pesar es mi obligación arrojarle el baldazo de agua helada en su rostro dormido. Mauricio Macri es lo que es: un empresario con la visión mezquina de un comerciante para quien cada centavo que fluye de las arcas es un gasto y no una inversión, cuyo único y mayor objetivo es la rentabilidad, y según quien las personas no son entidades vivas con familias y sentimientos sino números en un ordenador...

Pero esto no es todo. El presidente Macri también ha dado muestras de ser un fiel servidor de intereses foráneos y contrarios a los de la nación argentina. Ha salido corriendo a pocos días de comenzar su mandato a besar la mano de quienes han hostigado al pueblo argentino (y al latinoamericano en general) durante décadas, ha claudicado sin dar el más mínimo indicio de batalla contra los peores usureros del mundo a sabiendas que las deudas que creará para pagarles volverán a colocar a los argentinos durante años en manos de las grandes bancas mundiales, y a merced de su voluntad, socavando la soberanía y las aspiraciones de autodeterminación del pueblo.

Preste atención, estas palabras salieron de la boca del flamante Presidente de los argentinos:
"Que haya venido Matteo Renzi, François Hollande y la próxima visita de Barack Obama son una muestra de confianza. Por eso les digo a los argentinos: nos están abriendo la mano. Está en nosotros agarrarla, caminar juntos y no volver a morderle la mano al que te quiere ayudar."
¿No le gusto esta frase? Mire esta otra:
"El vicepresidente del Banco Mundial me felicitó públicamente porque no podía creer que en 100 días hubiéramos hecho tantas reformas centrales, y eso le permitía creer que se abría un gran panorama para la Argentina."
Lo enuncia con orgullo, como si el "beso" del Banco Mundial fuera un beso amoroso... Pero quien tenga un poco de memoria sabrá que ese beso es "el beso de la muerte", una condena segura... Definitivamente estas son las palabras de un imbécil o de una canalla. Personalmente me inclino por lo segundo.

Hace pocos días, el editorialista Leonardo Del Grosso en un artículo publicado en el portal HispanTV escribía:
Desde el comienzo su estrategia fue la alcahuetería, el mostrar buena conducta ante Occidente -supremo factótum del neoliberalismo- confiado en que éste retribuiría su "amor". La misma lógica burguesa estúpida que desarrolló Menem en nuestro país o Boris Yeltsin en Rusia, cuando entregaron sus naciones al capital financiero internacional, y así se impuso la desintegración social y nacional en Argentina y Rusia en los '90.

Pero Occidente no sabe de amor, ni de códigos, ni de retribuir a algún admirador que se afana en "ser como ellos". La estrategia de Macri es ofrecer para después esperar "la retribución". [...] Es así que como buen cipayo, con el ímpetu de lo inaugural, Macri comenzó a ejecutar su devoción por los extranjeros de Occidente y tanto los oligarcas de adentro (siempre antinacionales) como los imperialistas de afuera, le respondieron sin piedad, haciéndole sentir el rigor del real mundo capitalista.

Desreguló todo; es decir: les dio todo el poder a los más ricos, enseguida, eliminándoles retenciones y otros impuestos, dándoles el manejo total de las divisas (lo que llevó a una súper-devaluación), eliminando controles de todo tipo (al movimiento de capitales golondrina, al movimiento especulativo de los precios, a las estafas financieras, etc., etc.); y al mismo tiempo se puso "bravo" con los más humildes, con los trabajadores, violando también sus promesas electorales explícitas (como pasó con el impuesto a "las ganancias", ¡que ahora será tributado por más trabajadores!), recortando "gastos" sociales, desatando una ola de despidos y persecución política donde aquéllos identificados como opositores fueron calificados como "grasa", "ñoquis", a los que hay que extirpar, y donde la incrementada desocupación servirá para bajar el valor de la fuerza de trabajo de los asalariados.

De los ricos Macri esperaba que se autocontrolaran en los aumentos de precios para que la inflación, ya alta debido a sus preanuncios devaluatorios durante la campaña electoral, pudiera ser contenida y reducida; esperaba que liquidaran las divisas (que habían sido atesoradas especulativamente para desestabilizar al gobierno anterior y para aprovechar la promesa devaluatoria de Macri) para así poder controlar el valor del tipo de cambio; esperaba que colaboraran para financiar al Banco Central (¡en la primera licitación de títulos públicos no hubo ni una sola oferta, ni una sola!). Después de haber sido ultrajado por aquéllos de los que esperaba apoyo, ya algo desmoralizado y despechado, continuó el recorrido de su estrategia entreguista pero ahora decidido a capitular fervientemente frente a los carroñeros que, obstaculizando el "acuerdo", actúan como arena en engranaje para la codicia endeudadora de la burguesía parasitaria argentina.
Seguro que usted está preocupado por la inflación, y que esa preocupación no le deja pensar en nada más; lo único que usted quiere es que bajen la inflación, y honestamente debo decirle que lo entiendo. Pero desafortunadamente es mi obligación también recordarle que ese es el menor de los problemas de los argentinos en este momento. El problema más grande no es lo que está ocurriendo sino lo que va a ocurrir en poco tiempo: endeudamiento, ajustes, desempleo, recesión, deterioro de la calidad de vida, más pobreza,... Y como prometió Macri Argentina se volverá un país en el que las grandes corporaciones quieran venir a "invertir"... pero lo que el mandatario no le dijo es que vendrán porque la mano de obra barata de nuestro país será muy tentadora y de sus ganancias no dejarán ni las migajas para la arcas argentinas.

Seguro que el Presidente y su equipo tampoco han mencionado que las deudas que Argentina está contrayendo ahora, en poco tiempo, cuando no pueda honrar las obligaciones adquiridas, le abrirán las puertas a las mismas hienas que ingresaron en los años 90. Privatizaciones que permitirán adueñarse de nuestros recursos a manos extranjeras, concesiones escandalosas, imposición de leyes pensadas para favorecer a los grandes grupos económicos y someter a la miseria a los más marginados,... ése es el futuro de la Argentina si no se empieza a escuchar la voz del pueblo, si los ciudadanos no se recuperan de este estado de estupidez temporal dentro del cual el odio hacia el anterior gobierno no les deja ver que su futuro está siendo hipotecado por una banda de criminales que en unos años, cuando el pueblo esté en ruinas, estarán disfrutando de sus millones indiferentes al dolor que habrán provocado...