El presidente de Rusia, Vladimir Putin, destacó este miércoles la "degradación evidente" de la democracia occidental tras la aprobación por parte del Parlamento Europeo de una resolución contra Moscú.
© EFEEl presidente Vladimir Putin calificó a los periodistas rusos de “activos, eficientes y creativos”.
"Estamos observando una degradación evidente en términos políticos del concepto de democracia en la sociedad occidental", manifestó el mandatario ruso.
Comentario: Esta respuesta de Putin puede explicar la actitud con la que se ha comportado Rusia en el último par de años. Tal vez Rusia solo esté esperando a que esta degradación continúe su curso y llegue a su destino inevitable: el colapso. En ese momento Rusia podrá establecer relaciones seguras y fuertes con sociedades que obedezcan a la razón y el sentido común. Ya que por el momento la falta de sensatez que la UE demuestra es característica de un ser con cero carácter, una unión en la que sus líderes llevan al bloque por una dirección opuesta a la que su población desearía.
Un informe elaborado por la eurodiputada polaca Anna Elżbieta Fotyga asegura que los medios rusos como Russia Today (RT), la agencia Sputnik, la fundación Russkiy Mir y la agencia de cooperación cultural rusa Rossotrúdnichestvo están diseñados para "poner en duda los valores democráticos y dividir Europa".
Putin destacó que los países occidentales son los que irrespetan los principios democráticos, al tiempo que calificó a los periodistas rusos de "activos, eficientes y creativos".
De los 691 diputados que participaron en la votación, 304 votaron a favor del documento y 179 en contra, mientras que 208 apelaron por la abstención.
Konstantín Dolgov, comisionado del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso para los Derechos Humanos, la Democracia y el Estado de Derecho, tachó la resolución como una "clara manifestación de discriminación".
Comentario: No sólo de discriminación, sino de rechazo a la verdad. Una clara manifestación de miedo ante lo que pueda ser expuesto por medios de comunicación no alineados con la política central de Europa (que es en realidad la de Washington).