Viktor Orbán ha decidido cerrar las puertas de las universidades húngaras a una de las titulaciones más ideológicas de las surgidas bajo la influencia del marxismo cultural: los "estudios de género".
La biblioteca de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest
© Thaler / WikimediaLa biblioteca de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest
Una fábrica de activistas políticos de izquierdas

Esta titulación sirve en la práctica para formar a activistas del feminismo de izquierdas y de los grupos de presión LGTB, situándolos en instituciones públicas, ONGs y medios de comunicación como auténticos comisarios políticos. La base de estos estudios es la ideología de género, surgida en las filas marxistas de autoras como Simone de Beauvoir y Shulamith Firestone. Esta ideología sostiene que los roles sexuales son una mera construcción cultural sin ninguna relación con el sexo biológico, y afirma que la actual división entre sexos responde a un esquema en el que los hombres son opresores y las mujeres son oprimidas. Los "estudios de género" se formaron a partir de esa visión ideológica, a pesar de que carece de base científica.

Los "estudios de género" sólo tienen 13 alumnos en Hungría

Según apunta The Hungary Journal, hay dos universidades que imparten estos cursos actualmente en el país: la Eötvös Loránd de Budapest, de titularidad estatal, y la Universidad Centroeuropea, una universidad privada fundada por el multimillonario George Soros, conocido financiador de movimientos izquierdistas en todo el mundo. Esta semana las universidades húngaras recibieron una propuesta del Ministerio de Capacidades Humanas y del Ministerio de Justicia para poner fin a los cursos de "estudios de género" en el país.
"No hay razones económicas para estudios como éstos, por lo que tenemos motivos para suponer que no se creó en respuesta a las necesidades del mercado laboral, y tampoco para proporcionar a los estudiantes habilidades que puedan prepararles directamente para el mercado laboral", señaló Zoltan Kovacs, portavoz del Gobierno de Hungría.
"También es cuestionable hasta qué punto los estudios admiten que un número tan bajo de estudiantes es económico y sostenible", añadió, a propósito del escaso número de alumnos de esas titulaciones: actualmente sólo hay once alumnos en la Eötvos Loránd y dos en la Centroeuropea.

Una ideología que busca destruir las raíces culturales de Occidente

Según The Hungary Journal, además de las citadas razones económicas, el Gobierno húngaro viene criticando esos cursos por ser una ideología, no una ciencia. Algo en lo que tiene toda la razón. La existencia de títulos oficiales de género es tan absurda como si existiesen títulos oficiales de marxismo, de socialismo o de anarquismo. Es absurdo que un Estado se dedique a respaldar títulos académicos creados para promover una ideología concreta, y para colmo una ideología que está orientada a destruir las raíces culturales de Occidente.

Recordemos que Firestone proponía acabar "con la distinción de sexos misma", afirmando que "el núcleo de la opresión femenina hay que buscarlo en sus funciones procreadoras y de crianza". Frente a esto, defendía el aborto como una forma de liberar a las mujeres de "la tiranía de su biología reproductiva", una curiosa "liberación" que pasa por matar y descuartizar a multitud e inocentes. A su vez, Beauvoir afirmaba que "toda mujer es homosexual por naturaleza", defendió a la URSS como la panacea del feminismo y justificó el asesinato prenatal como una forma de legítima defensa, además de firmar un manifiesto en defensa de la pedofilia publicado en el diario izquierdista francés Libération. La existencia de una ideología tan aberrante debería ser motivo de alarma, pero que además sea respaldada por títulos académicos ya es el colmo del disparate.