Un gran operativo policial contra los pandilleros de Mara Salvatrucha se llevó a cabo en la ciudad en enero de 2016. Los tribunales siguen hasta ahora con los juicios de los detenidos entonces.
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© Ulises Rodríguez / Reuters
El enero que viene se cumplirán tres años desde que unos sesenta miembros de la pandilla MS-13, también conocida como Mara Salvatrucha, fueran detenidos por agentes del FBI y de la Policía estadounidense, en lo que las autoridades calificaron como el mayor golpe contra esta banda delictiva.

Entonces se informó de que las fuerzas del orden habían logrado eliminar cerca de un tercio de la presencia de la MS-13 en Massachusetts, así como a los líderes de la pandilla que también supervisaban facciones en Houston (Texas), Columbus (Ohio), Nueva Jersey, Virginia, Maryland y Carolina del Norte.

Hasta la fecha, 49 pandilleros han sido condenados, y muchos de ellos se enfrentan a penas que van desde los 15 años a prisión perpetua por delitos de extorsión, intento de asesinato, distribución de drogas y robo, según la oficina del abogado Andrew Lelling de EE.UU., citada por AP. Al menos 16 de ellos fueron acusados de seis asesinatos ocurrido entre 2014 a 2016. Los responsables de otras tres muertes relacionadas con la MS-13 de ese período también están siendo juzgados en los tribunales locales. La mayoría de los integrantes de la pandilla que aún esperan sentencia tienen sus vistas en la corte este mes.

Marchas contra la violencia

A pesar de este éxito contra la M-13 a nivel regional, cada jueves desde hace cuatro veranos se reúnen frente a la comisaría de East Boston grupos de manifestantes para recordar a las víctimas de los asesinatos brutales de la violenta pandilla callejera. Estas marchas sirven como un recordatorio de los tiempos más oscuros, así como un llamado continuo a la confianza entre los residentes y la Policía de Boston Este y con las comunidades de su alrededor, señala Sandra Aleman-Nijjar, una de las organizadores de las marchas, originaria de El Salvador.
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© Ulises Rodríguez / ReutersFotos de los integrantes de la M-13 encarcelados. Imagen ilustrativa
"Queremos que las familias que han sido directamente afectadas por esta violencia sepan que estamos con ellas", explicó Sandra.

Una docena de residentes, oficiales de Policía y pastores de iglesias se desplazan por el vecindario repartiendo muñequeras de color púrpura pidiendo paz y sosteniendo carteles escritos a mano con mensajes en español como "Los jóvenes son el futuro" y "Juntos por la paz".

¿Calles más tranquilas?

Desde la redada en Boston, el crimen violento en las comunidades donde la MS-13 era más activa ha disminuido. Por ejemplo, en el distrito de Boston Este, solo hubo dos asesinatos en los últimos dos años, que, según la Policía, no están vinculados a la MS-13.

Sin embargo, los oficiales continúan viendo señales preocupantes de que la pandilla está reponiendo sus filas, reclutando a jovenes incluso a través de las redes sociales, declaró el superintendente adjunto de la Policía de Boston, Gerard Bailey.

"Están volviendo donde estaban, de muchas maneras", señaló. "Sabemos que la violencia puede ocurrir en cualquier momento", advirtió Bailey.