(España) - En este preciso instante, una borrasca colosal circula por el Atlántico Norte, con rachas de viento superiores a los 150 kilómetros por hora y olas de hasta 15 metros. Nos hemos metido en sus fauces.
Foto de Stepen Richards (@steverichgeog)
© Foto de Stepen Richards (@steverichgeog)Muchos pueblos pesqueros de Reino Unido han llevado los barcos a una zona segura previa llegada del temporal. Este es el caso de Cadgwith, en Cornweell (Inglaterra).
En este preciso instante, la extraordinaria borrasca atlántica que acoge los restos del huracán Epsilon está en su momento culmen. La presión mínima ha descendido hasta los 940 hPa en un punto comprendido entre Irlanda, Islandia y Groenlandia, casi equidistante, levantando un vendaval que debe estar provocando rachas de viento superiores a los 150 kilómetros por hora, inabarcables por la escala de nuestra sección de 'mapas'. Las ráfagas se podrían considerar equivalentes a un huracán de categoría dos, solo que ya no media ningún sistema tropical.

Esta borrasca extratropical se ha nutrido de las últimas trazas de aire cálido y húmedo que acompañaban a post Epsilon, que han interactuado con el chorro polar y una irrupción de aire ártico. Este cóctel es una auténtica "bomba de relojería", parafraseando a nuestro meteorólogo Francisco Martín.
Este sistema es una bomba de relojería para el desarrollo de una poderosa borrasca si entra dentro del flujo de los oestes controlado por el chorro polar (Francisco Martín, meteorólogo de Meteored).
Así se ha armado un centro de bajas presiones colosal, con un área de influencia tremenda en el Atlántico norte. De momento, los fenómenos más adversos del ciclón están lejos de cualquier zona habitada, y una vez se acerque a Islandia será la sombra de lo que ahora acontece. Sin embargo, la ciclogénesis explosiva que ha tenido lugar en las últimas horas ha levantado una marejada enorme que ya se está propagando hacia el este y sureste. A lo largo de la próxima madrugada y hasta el mediodía de mañana golpeará con virulencia las costas de Irlanda con olas de hasta 10 metros. Después se dejará notar también el litoral occidental del resto de las Islas Británicas, Francia y el noroeste de la Península Ibérica, aunque ya con una virulencia inferior.
Pronóstico del modelo europeo para el mínimo depresionario esta mañana, con 940 hpa.
Pronóstico del modelo europeo para el mínimo depresionario esta mañana, con 940 hpa.
Como toda borrasca que se precie, en su centro -mínimo depresionario- hay una zona de relativa calma con viento flojo que gira de forma ciclónica. Nada que ver con lo que ocurre unos cientos de kilómetros más al suroeste, donde el encontronazo con el anticiclón de Azores está produciendo un gradiente de presión tremendo. Frente a los 940 hPa de la borrasca, al oeste del archipiélago la presión asciende hasta los 1028 hPa. Ese cambio drástico no hace otra cosa que alentar los vientos huracanados.
Rachas de viento estimadas por el modelo del ECMWF, superiores a los 150 kilómetros por hora.
Rachas de viento estimadas por el modelo del ECMWF, superiores a los 150 kilómetros por hora.
Irlanda, por tanto, vivirá los efectos más extremos de la borrasca, como el temporal marítimo y los aguaceros que, según Met Éireann, serán intensos, tormentosos e irán acompañados de granizo debido al aire frío que está bombeando la zona de bajas presiones. En cualquier caso, las lluvias no serán noticia, solo un actor secundario del oleaje. Hasta el momento, los medios de comunicación irlandeses no están mostrando gran interés por el temporal marítimo, parecen estar bastante habituados a los abates del Atlántico. Sí que reflejan en sus portadas el viento intenso y los chaparrones, que dejarán acumulados de entre 75 y 100 litros por metro cuadrado.

En nuestro país, la AEMET ha activado avisos naranjas en Galicia y toda la costa cantábrica ante el temporal marítimo, que podría dejar olas de hasta 8 metros.

En nuestro país, a lo largo de hoy se registrarán lluvias en Galicia, la vertiente cantábrica y Castilla y León. En las dos primeras zonas para mañana y el jueves la AEMET ha activado avisos naranjas en la costa por la marejada, con olas de 5 a 8 metros. Serán días curiosos por allí. El tiempo será tranquilo, con grandes claros y temperaturas agradables, pero el mar continuará poseído por una borrasca que estará a más de 2000 kilómetros.