La ganadora de las legislativas, que prevé formar un gobierno de coalición de derecha, ofreció su primer discurso tras las elecciones.
Giorgia Meloni
© Piero Cruciatti / AFPGiorgia Meloni, líder de Fratelli d'Italia, ofrece un discurso en Milán, el 1 de octubre de 2022.
Italia hará de sus propios intereses una prioridad máxima, declaró Giorgia Meloni, quien se convertirá en la próxima primera ministra del país, en un importante discurso ofrecido el sábado tras la victoria electoral de la semana pasada.

"La postura de Italia debe volver a partir de la defensa de sus intereses nacionales para encontrar soluciones comunes. Y es algo que cambiará en los próximos meses", manifestó la líder del partido conservador Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia), durante su intervención en Milán.

"Esto no significa tener un enfoque negativo hacia los demás, sino positivo hacia nosotros mismos", agregó Meloni.

La política declaró que la lucha contra la subida de los precios de la energía es uno de sus objetivos más urgentes. "Estoy en contacto permanente con el Gobierno saliente, que está inmerso en una negociación muy compleja para buscar soluciones a nivel europeo", afirmó.

Italia es uno de los países que abogan por limitar el precio de la energía en toda la UE, mientras que Alemania se opone a esa medida.

Meloni también afirmó que la economía italiana debe depender menos de los proveedores externos. "Necesitamos un enfoque serio en la cuestión de cadenas de suministro. Hoy nos hemos dado cuenta de que dependemos de todo el mundo en todo", dijo, y añadió que Roma y Bruselas deberían "repensar" su estrategia en la materia.

La política indicó que los objetivos de su partido incluyen cambiar las relaciones entre el Estado y los ciudadanos, así como con las empresas, "no molestar a los que quieren producir riqueza", y prometió "devolver a esta nación una estrategia industrial que no ha tenido en los últimos tiempos".

Fratelli d'Italia obtuvo la mayoría de los votos en las elecciones del 25 de septiembre y ahora está previsto formar un gobierno de coalición con otros partidos de derecha: la Lega (Liga) de Matteo Salvini y Forza Italia (Fuerza Italia) de Silvio Berlusconi.