Los servicios especiales ucranianos han preparado un montaje antirruso a gran escala destinado a desacreditar a las Fuerzas Armadas de Rusia y a acusar a militares rusos de cometer presuntos crímenes de guerra, comunicó el Ministerio de Defensa.
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En la Nochebuena ortodoxa, agentes de la Oficina Estatal de Investigación y del Servicio de Seguridad de Ucrania organizaron la apertura de tumbas en varios cementerios en la región de Járkov donde fueron enterrados residentes locales que murieron por causas naturales mientras las tropas rusas se encontraban en estas zonas entre el 24 de febrero y el 6 de septiembre de 2022, precisó el organismo.

"Tras la exhumación, los cadáveres de ciudadanos ucranianos fueron sometidos a nuevas mutilaciones y arrojados a 'fosas' especialmente preparadas en las afueras de dichos asentamientos para crear una falsa 'base de pruebas' de supuestas 'torturas' y 'tiroteos' de civiles a manos de militares rusos", indican en el comunicado.

Representantes de los servicios de seguridad y las fuerzas del orden ucranianas toman fotografías y graban en vídeo los cadáveres de ciudadanos ucranianos muertos y, en presencia de falsos 'testigos', imitan el trabajo de 'expertos forenses' y llevan a cabo otras 'actuaciones de procedimiento', detalla.

Según el Ministerio de Defensa ruso, el objetivo de este montaje es mantener la atención del público occidental y convencer a los socios extranjeros del régimen de Kiev de que sigan apoyándolo.

Rusia inició el 24 de febrero una operación militar en Donetsk y Lugansk para "defender a los civiles que desde hace ocho años son víctimas de un genocidio por parte del régimen ucraniano".

Los dos territorios se independizaron de Ucrania en 2014 tras el golpe de Estado en ese país y se adhirieron a Rusia en septiembre pasado tras celebrar sendos referendos en los que la mayoría abrumadora de las poblaciones de Donetsk y Lugansk avalaron esa opción.