"Los cambios en los flujos energéticos del año pasado han sido enormes y esperamos que continúen en los próximos meses y años", señaló Wael Sawan.
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Las economías europeas aún están lejos de salir de la crisis energética que azota al Viejo Continente desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania y la posterior adopción de sanciones contra Moscú por parte de Occidente. Así lo cree el director ejecutivo del gigante de petróleo y gas Shell, Wael Sawan, que se expresó en estos términos en una entrevista para la agencia Bloomberg publicada este jueves.
"Yo no declararía el fin de la crisis energética. Creo que nos queda camino por recorrer. Los cambios en los flujos energéticos del año pasado han sido enormes y esperamos que continúen en los próximos meses y años", señaló Sawan.
En este sentido, el alto ejecutivo de Shell acentuó que el clima suave en 2022 fue uno de los factores que ayudaron a reducir el consumo de energía. Esto, a su vez, se solapó con "una destrucción en la demanda" en algunos sectores, particularmente en el complejo industrial, recordó.

"Esto [la salida de la crisis energética] va a ser un viaje de años. Y me gustaría advertir a cualquiera que mire hacia adelante y asuma que lo peor ya ha pasado", recalcó Sawan, agregando que aún queda mucho trabajo para reorganizar los flujos energéticos y compensar la pérdida de los suministros rusos a largo plazo.

Por otra parte, el CEO de Shell subrayó que su compañía amplía sus negocios en las entregas de gas, lo que, según él, representa factor "clave" en el camino a la transición con bajas emisiones de carbono. Paralelamente, acentuó que el mundo "necesita desesperadamente" el combustible azul "actualmente y por mucho tiempo".

Asimismo, Sawan vaticinó el resurgimiento en China de "un apetito significativo" por el gas, teniendo en cuenta el fin de la política de cero covid. En cuanto a los suministros a Europa, el director de Shell indicó que la compañía proporcionó 194 cargamentos del gas natural licuado al viejo continente y al Reino Unido el año pasado, lo que supone unas cinco veces más que en un año normal.


Entretanto, este jueves Shell comunicó que en 2022 su beneficio neto ajustado alcanzó un máximo histórico de 39.870 millones de dólares. De esta forma, la compañía, que ya anunció un incremento del 15 % en el desembolso de los dividendos a los accionistas, batió la cifra máxima anterior de 28.400 millones contabilizada en 2008, recoge Bloomberg.