La ex primera ministra con menos tiempo en el poder en la historia del Reino Unido creía que su Gobierno "sería respetado y aceptado".
Liz Truss
© Dan Kitwood / Gettyimages.ruLa ex primera ministra británica Liz Truss, en Londres, Reino Unido, 31 de agosto de 2022.
Lizz Truss, la ex primera ministra del Reino Unido con el mandato más corto en la historia del país, culpó al "poderoso 'establishment' económico" del "abrupto y prematuro" final de su Administración.

En un artículo de opinión publicado este sábado en el diario The Telegraph, Truss admitió que no es "libre de culpa" por el colapso de su mandato tras 44 agitados días en el cargo. Sin embargo, cree que el "'establishment' económico muy poderoso" y la "falta de apoyo político" le privaron de "una oportunidad realista" para llevar a cabo su agenda.

Recordó haber asumido el cargo suponiendo que su "mandato sería respetado y aceptado". "Qué equivocada estaba", agregó. Asimismo, señaló que quería convertirse en primera ministra para mejorar las cosas, no para "gestionar el declive o presidir el estancamiento" de la economía británica.

"Nadando contra la corriente internacional"

Truss ganó las elecciones por el liderazgo del Partido Conservador con la promesa de promulgar una agenda de bajos impuestos y alto crecimiento económico, pero después del anuncio de su 'minipresupuesto', la libra esterlina cayó a mínimos históricos con respecto al dólar, además de provocar turbulencias en los mercados.

"Sigo creyendo que tratar de cumplir con la receta política original [...] fue lo correcto", pero "las fuerzas opositoras eran demasiado grandes", escribió. La política considera que su 'minipresupuesto' se convirtió en un "chivo expiatorio" para los problemas económicos que se venían acumulando desde hace varios años.


Además, la exlíder manifestó que su Gobierno no solo se enfrentó a la "ortodoxia económica" británica cuando trató de desafiar las políticas de "gasto elevado e impuestos altos", sino que también estaba "nadando contra la corriente internacional". "Hubo un esfuerzo concertado por parte de actores internacionales para oponerse a nuestro plan de crecimiento", afirmó, citando a Joe Biden y al FMI que se habían mostrado contrarios a sus políticas económicas.