El pasado 6 de febrero, en el sureste de Turquía, así como en el noroeste de Siria, se registraron varios temblores devastadores que provocaron la muerte de miles de personas. Muchos países proponen su ayuda a Ankara, pero pocos hacen lo mismo con Damasco.
Así, el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Ned Price, expresó que el país norteamericano no está en contacto directo con el Ejecutivo sirio porque sería "irónico" y "contraproducente" ayudar a un Gobierno que, según él, ha "brutalizado" a su población.
Además, hay que recordar que en 2019 el presidente de EEUU, Donald Trump, firmó la Ley del César, que otorga a la Administración estadounidense el derecho a imponer medidas restrictivas contra organizaciones y personas que proporcionen ayuda a Damasco. La restricción incluye el suministro de medicamentos, ayuda humanitaria, equipos de búsqueda y rescate, e incluso la descarga de aviones en territorio sirio.
Pasados los años, el corresponsal de Sputnik en Siria informó que los servicios de emergencia locales no disponen de equipos suficientes para sacar rápidamente a la gente que quedó atrapada entre los escombros, por lo que la mayoría de las veces los sacan a mano. Esto explica por qué el número de muertos en Siria es alto. Por su parte, el ministro de Administración Local, Husein Majluf, aseguró que Siria busca operar a toda capacidad para superar las consecuencias del terremoto.
"A pesar del bloqueo de los países occidentales, Siria utiliza toda su capacidad disponible para mitigar las consecuencias del terremoto", compartió Majluf con Sputnik.
Oportunidades para fortalecer las relaciones con los países árabes
El analista político sirio Ghassan Youssef consideró necesario no politizar las difíciles condiciones que atraviesa su país debido a la catástrofe sísmica, especialmente a medida que la situación se complica.
"Muchos países árabes anunciaron que darían ayuda al Estado sirio, entre ellos países como Arabia Saudita y Catar, y especialmente el Sultanato de Omán, Baréin, los EAU, Argelia y Líbano, que se mostraron inmediatamente dispuestos a ayudar a Damasco. La ayuda humanitaria proporcionada por todos estos países puede ser un importante punto de partida para mejorar las relaciones entre todos los países árabes de la región, a la luz de las divisiones existentes", detalló.El experto añadió que la catástrofe podría ser una oportunidad para acercar a los países árabes a Siria, especialmente a aquellos que le han sido hostiles.
"La reanudación de unas relaciones interárabes pacíficas es lo que todo el mundo espera, incluso sin que se produzcan terremotos u otras catástrofes naturales", señaló.Por su parte, el analista político sirio Alaa Asfari descartó que la catástrofe humanitaria que se abatió sobre su país conduzca al desarrollo de relaciones políticas entre Damasco y los países que carecen de voluntad política propia y de soluciones políticas.
En palabras a Sputnik, aseguró que la mayoría de los países del golfo están bajo la presión de EEUU, y temen la ira de Washington. Estos países son incapaces de crear relaciones fuertes con Damasco, aunque secretamente desean hacerlo.
Al mismo tiempo, existen otras vías internas para normalizar las relaciones, que ahora se están forjando gradualmente entre Damasco y Riad lejos de los medios de comunicación. Asfari aseguró que esta catástrofe "debería ser la puerta para levantar las injustas sanciones de Estados Unidos y Occidente contra Siria".
"Debería haber una posición árabe unida y una acción unida pidiendo que se levanten estas sanciones injustas para que Siria pueda continuar sus operaciones de rescate, ya que cientos de ciudadanos siguen bajo los escombros, mientras la defensa civil siria intenta salvarlos con herramientas simples y primitivas", expresó Asfari.Recordó que Turquía, que sufrió la misma catástrofe, ha recurrido a sus socios europeos, estadounidenses y de otros países, y está recibiendo la ayuda.
"Mientras que Siria está sitiada, esperando de que los países árabes colaboren para presionar a la comunidad mundial a fin de que facilite a Siria hacer frente a la catástrofe que le sobrevino", lamentó el analista.
Desde la Media Luna Roja Siria declararon que el país, dispuesta a aceptar cualquier ayuda internacional de cualquier Estado que no sea Israel, subrayando que los países occidentales no se preocupan ni se interesan por la cuestión del desastre humanitario que sufren los sirios. Además, llamaron a
levantar las sanciones unilaterales contra Damasco.
Arabia Saudita no mezcla la política con las vidas humanas
Al mismo tiempo, Arabia Saudita cerró los ojos ante los desacuerdos políticos, no mezcló la política con las vidas humanas. El Reino siempre aísla sus posiciones humanitarias de las políticas, declaró a Sputnik el experto político y estratégico saudita Fawwaz Qaseb Enezi.
"Es natural que el Reino de Arabia Saudita esté constantemente presente entre los países que proporcionan ayuda médica, alimentaria y financiera al pueblo sirio, porque Arabia Saudita se preocupa por la seguridad nacional árabe, que puede verse amenazada por tales desastres", explicó.
En sus palabras, estas acciones de Riad contribuyen a acercar a los países del golfo a Damasco, en el marco de los intentos del reino de nivelar y unificar las diferentes opiniones sobre la cuestión siria, una de las más importantes a nivel regional e internacional.
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