
Recreación artística del mundo invisible Kepler-19c, visto en primer plano, con su estrella y su planeta compañero al fondo
La nave espacial Kepler de la NASA, que trabaja en la búsqueda de planetas habitables, ha descubierto un planeta que, alternativamente, aparece tarde o temprano en su órbita porque un segundo «mundo invisible», como lo han denominado los científicos, está tirando de ella. Esta es la primera detección definitiva de un planeta desconocido utilizando este método. Ninguna otra técnica podría haber encontrado al compañero misterioso.
«Este mundo invisible se ha dado a conocer por su influencia en el planeta que ya podíamos ver», explica la astrónoma Sarah Ballard, del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica (CfA) y responsable de la investigación, que aparece publicada en la revista The Astrophysical Journal. "Es como tener a alguien gastándote una broma llamando a tu puerta y echando a correr. Sabes que alguien estaba allí, incluso cuando abres la puerta y no lo ves", añade.
El mundo invisible y su compañero menos tímido orbitan la estrella parecida al Sol Kepler-19, localizada a 650 años luz de la Tierra en la constelación de Lyra. Esta estrella de magnitud 12 puede ser contemplada con facilidad durante las noches de septiembre.