© NASA/JPL-Caltech/R. Hurt
Una estrella gigante en una galaxia muy lejana puso fin a su vida con una agonía polvorienta en vez de con la típica de explosión de supernova. Un equipo de astrónomos que ha analizado los acontecimientos de los últimos años sospecha que este extraño evento, el primero de su tipo que ha sido visto por los astrónomos, era más común en la infancia del universo.
La supernova apareció a finales de Agosto de 2007, en un rastreo meticuloso del telescopio espacial Spitzer.
El astrónomo Christopher Kochanek de la Universidad Estatal de Ohio, y sus colegas, buscaban datos reunidos en dicho rastreo que hiciesen referencia a núcleos galácticos activos (AGNs, por sus siglas en inglés), que son agujeros negros supermasivos actuando sobre la materia circundante en el centro de galaxias. Un AGN emite enormes cantidades de calor a medida que el material es absorbido por el agujero negro.
Normalmente, los astrónomos no esperarían encontrar una supernova de esta manera. Tal como señala Szymon Kozlowski, las supernovas desprenden la mayor parte de su energía en forma de luz, no de calor.
Sin embargo, un punto muy caliente, que apareció en una galaxia a unos 3.000 millones de años-luz de la Tierra, no encajaba con la señal de calor típica de un AGN. El espectro visible de la luz procedente de la galaxia tampoco evidenciaba la presencia de un AGN.