La masacre en la sede del semanario 'Charlie Hebdo' de París del pasado 7 de enero ha activado la alerta de seguridad en países como España. La Dirección General de la Policía de España ha emitido un polémico documento con "recomendaciones en intervenciones con personas de origen árabe".© Reuters / Sergio Pérez
El documento, difundido por el diario '
20minutos', recomienda a los agentes que
"eviten cualquier tipo de comentario racista o xenófobo" cuando hablen con personas de origen árabe.
Los policías deberán comprobar el historial viajero para saber
si la persona sospechosa ha estado en los llamados "países calientes": a saber, Irak, Arabia Saudí, Jordania, Turquía, Siria y Líbano, o aquellos fronterizos con los citados.
Asmismo, se recomienda a los agentes que tengan
"especial atención con los individuos de nacionalidad argelina", ya que "son más conflictivos que los marroquíes", y se deben "extremar las medidas de seguridad en sus identificaciones".
Comentario: Un problema con leyes de este tipo es que quedan de modo muy abierto a interpretación (y por lo tanto se prestan fácilmente al abuso), y ello queda claro en el caso de Dieudonné. ¿Se puede decir que la frase "Me siento Charlie Coulibaly" realmente "provoca directamente actos terroristas o hace una apología" de ellos?
¿Podría en el futuro algún juez argumentar que la crítica contra el gobierno "provoca actos terroristas"? ¿Y qué significa esto para la libertad de expresión?
¿Y qué nos dice acerca del estado actual de la sociedad francesa que sean considerados como "incidentes graves" aquéllos en los que algunos alumnos de escuela se negaran a guardar un minuto de silencio por las víctimas de ataques terroristas?
En otro artículo leemos: ¿Cómo se pasó de combatir la "solidaridad con los terroristas" a "luchar contra las teorías del complot y de la conspiración"? ¿Qué implica todo esto para quienes levantan una voz crítica contra quienes tienen el poder?