El estudio dirigido por el francés Gilles-Eric Seralini, publicado el pasado miércoles en la revista
Food and Chemical, en el que se apuntan riesgos de salud por el consumo de maíz genéticamente modificado (GM), ha sido fuertemente criticado por la comunidad científica, según la fundación Antama.
© dailymail.co.ukLos científicos encontraron que las ratas expuestas a la más mínima cantidad, desarrollaron tumores mamarios y hepáticos graves y daño a los riñones desde los cuatro meses en los machos, y siete meses para las hembras.
Los expertos afirman que el estudio publicado contiene inexactitudes científicas que inducen al resultado obtenido, señala Alfredo Zamora, de la Fundación Antama, de España.
Añade que el estudio analiza los efectos del consumo de un maíz GM cuya seguridad ya ha sido evaluada y confirmada en repetidas ocasiones por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
En países como Estados Unidos se llevan más de 20 años consumiendo organismos modificados genéticamente, sin que se haya detectado ningún efecto adverso. La información detalla algunas de las inexactitudes científicas del estudio de Gilles-Eric Seralini que la comunidad científica ha criticado. En primer lugar, que el análisis estadístico es cuestionable o incorrecto. El tamaño de la muestra es demasiado pequeño y el grupo de control es inadecuado para extraer conclusiones generalizables.
Agrega que el maíz como única dieta alimenticia de las ratas no es un punto de análisis realista. Además, el estudio no indica la cantidad de maíz con que se alimentó a las ratas durante el estudio.
En tercer término, dice que el informe no sugiere que los efectos tumorales en las ratas fueran causados por la ingesta de maíz modificado genéticamente.