Traducido desde el inglés para piensaChile: Martin Fischer
Esta semana, en Moscú, los líderes chino y ruso revelaron su compromiso conjunto para rediseñar el orden global, una empresa que «no se ha visto en 100 años».

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Lo que acaba de tener lugar en Moscú es nada menos que una nueva Yalta, que, por cierto, está en Crimea. Pero a diferencia de la trascendental reunión del presidente estadounidense Franklin Roosevelt, el líder soviético Joseph Stalin y el primer ministro británico Winston Churchill, en la Crimea gobernada por la URSS en 1945,
esta es la primera vez en, posiblemente cinco siglos, que ningún líder político de Occidente establece la agenda mundial.
Son el presidente chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin quienes dirigen ahora el espectáculo multilateral y multipolar. Los excepcionalistas occidentales pueden desplegar sus rutinas de lloriqueo tanto como quieran: nada cambiará la espectacular óptica ni la sustancia subyacente de este orden mundial en desarrollo, especialmente para el Sur Global.
Comentario: En resumen, culpan a las empresas del lío que han montado, y si empeora es porque enfermeras y profesores quieren cobrar un salario digno: